La guerra de Rusia contra Ucrania entrará en su tercer año a principios de 2025. Cuando inició la invasión rusa en febrero de 2022, Putin consideraba que sería cuestión de una semana; la comunidad internacional creía que sería una cuestión de meses y los ucranianos simple y sencillamente demostraron que no están dispuestos a que les arrebaten su país. Sin embargo, nadie calibró que tropas norcoreanas se integrarían al conflicto con el equipo militar ruso. Eso es lo que ha ocurrido ahora, en días pasados.
Esta información fue confirmada por los Estados Unidos, añadiendo que las fuerzas de Pyongyang ya están provistas de armamento y uniformes rusos.
Es una situación grave, el dictador Kim Jong-un de Corea del Norte ha enviado más de 8,000 soldados y oficiales a Rusia para combatir en Ucrania. Hasta ahora, lo que se tenía en esta guerra, para ambos bandos (Rusia y Ucrania), era que países ajenos apoyaban a uno o a otro, les mandaban armamento o los entrenaban. Pero esta es la primera vez que participan soldados / efectivos de un tercer país en esta guerra.
Cuidado, se sabe que en ambos bandos han tenido voluntarios de diversas partes del planeta, pero eso, como voluntarios personales y no representando a su país. Ahora todo cambia, pues los soldados son enviados por el gobierno de Corea del Norte para pelear y apoyar al ejército ruso.
De esta manera, de forma clara y sin un ápice de dudas, Kim Jong-un escala el conflicto. Es muy peligroso tanto por la percepción, como por la fuerza que generan estos dos países y porque ya se les considera como aliados.
De hecho, a partir del anuncio de los soldados de Corea del Norte; Zelensky, presidente de Ucrania, busca establecer junto a Corea del Sur medidas conjuntas ante el despliegue norcoreano que se avecina.
Como si no fuera suficiente, Putin ordenó ejercicios nucleares de disuasión con misiles intercontinentales. Así, Moscú realizó una nueva demostración de fuerza en momentos en que la guerra en Ucrania toma un nuevo giro. El líder ruso además, como gran demagogo, culpa a Occidente de “usar a las tropas norcoreanas para justificar su próxima presencia en Ucrania”. Se sabe que lo que hacen ciertos líderes no permiten que los demás lo hagan.
A todo lo anterior, la amenaza naranja ya dijo que de ganar el martes las elecciones estadounidenses, “pondrá fin a la guerra entre Ucrania y Rusia, obligando a los ucranianos a ceder sus territorios”. Ante lo cual, el presidente ucraniano, respondió: “le prometo ahora mismo, que nada saldrá bien; nadie nos obligará a ceder territorios contra nuestra voluntad”.
La guerra sigue, tenemos imágenes estremecedoras, como la de hace una semana, cuando Rusia volvió a lanzar un misil contra un hospital. Hubo muertos civiles, entre ellos una niña de ocho años, y decenas de heridos que quedaron atrapados bajo los escombros.
El conflicto va adquiriendo un tinte global. Irán apoya a Rusia y este país ya cuenta con un regimiento (quizá dos) de soldados coreanos. Mientras, Francia, Estados Unidos e Inglaterra han dado apoyos a Ucrania.
Estamos ante una conflagración que cada día tiene más elementos para convertirse en una guerra mundial o de la guerra de los mundos, en la que Rusia ni siquiera cuida a los menores, especialmente los detenidos ilegalmente durante la invasión a Ucrania.
Atraviesa nuestro mundo tensiones de varios tipos. La guerra entre Ucrania y Rusia no augura nada bueno.