En lo que parece ser un primer golpe a quienes operan en México el tráfico de fentanilo desde China y el lavado de dinero proveniente de ese negocio, fue detenido en Santa Fe, en Cuajimalpa, Ciudad de México, Zhi Dong Zhang, que está acusado de tráfico de cocaína, metanfetaminas y fentanilo, y del lavado de unos 150 millones de dólares. Zhi Dong cuenta con una orden de arresto con fines de extradición internacional emitida en Atlanta, Georgia. Según la solicitud estadunidense, es responsable de la exportación, transporte y distribución en Estados Unidos de más de mil kilogramos de cocaína, de mil 800 kilos de fentanilo y más de 600 kilos de metanfetaminas. La acusación sostiene, además, que ha manejado más de 150 millones de dólares anuales provenientes del tráfico de drogas a través de diferentes países de Centroamérica, Sudamérica, América Central, Europa, China y Japón.
Siempre hemos dicho que el tráfico de fentanilo y de precursores químicos para la producción de drogas sintéticas es un taburete con tres patas: Estados Unidos, México y China. Queda claro que los insumos provienen de China, la producción de la droga y su ingreso a la Unión Americana es una operación de cárteles mexicanos, que la venta en el territorio estadunidense y las altas tasas de consumo son un problema de ese país, pero no termina de quedar claro cuál era el mecanismo para el lavado de dinero y la operación financiera que está detrás de toda esa maquinaria internacional que deja miles de millones de dólares de ganancias.
La detención de Zhi Dong en México puede ayudar a poner en claro ese proceso que tenía ya un eslabón descubierto en California. La DEA y el Departamento de Justicia acusaron a 24 personas en ese estado de ser parte de una red del Cártel de Sinaloa, que operaba con grupos vinculados con la banca clandestina china para blanquear recursos. Los integrantes de esa red también están acusados de lavado de dinero y de transferencias de recursos desde casas de cambio clandestinas chinas hacia el extranjero vía criptomonedas.
La red operaba en California con la ayuda de una empresa de transferencia de dinero con sede en San Gabriel Valley y procesaba recursos del narco provenientes de Los Ángeles.
La participación de la banca clandestina china en el tema es clave en el esquema del tráfico de fentanilo ilegal. De alguna forma tiene que circular el dinero entre los tres países y el que se acaba de descubrir en California es uno de esos mecanismos.
En agosto pasado, el Departamento del Tesoro sancionó a dos jefes del CJNG por tráfico de fentanilo y a dos empresas vinculadas a ellos. Los acusó de ser parte de “una célula del CJNG que ha trabajado para enviar metanfetamina y fentanilo” a territorio estadunidense, de “comprar los precursores para fabricar fentanilo” y producir metanfetaminas. Compraban los precursores en China. Zhi Dong trabajaba tanto con el CJNG como con el de Sinaloa.
Antes, en diciembre de 2021, el gobierno de Estados Unidos identificó a uno de los principales proveedores de fentanilo ilegal hacia México, Canadá y la propia Unión Americana. Además de ofrecer una recompensa, vía la DEA, de cinco millones de dólares por información que lleve a su captura, el Departamento del Tesoro incorporó a sus listas de narcotraficantes a Chuen Fat Yip y su empresa, Wuhan Yuancheng Gongchuang Technology Co. Ltd. Chuen Fat Yip encabeza una organización criminal, según el Departamento del Tesoro, que opera en China y en Hong Kong.
Trafica fentanilo, esteroides, anabólicos y otras drogas sintéticas y controla un grupo de empresas que venden compuestos y precursores químicos de fentanilo al público y a empresas privadas, una de las cuales es Wuhan Yuancheng Gongchuang Technology Co., Ltd (sí, en la misma Wuhan de donde surgió el virus del covid). Está asociada con el Cártel de Sinaloa y son los que proveen a esa organización droga para su comercialización ilegal en la Unión Americana.
Las empresas de Chuen Fat Yip reciben pedidos por internet de precursores y compuestos, que luego envían a todo el mundo. Para sus operaciones utilizan moneda virtual, como bitcoin, y transferencias de fondos a través de empresas de servicios monetarios y bancos para recibir sus pagos. La banca clandestina china es uno de esos mecanismos que utilizaba también el detenido Zhi Dong para mover el dinero por todo Estados Unidos y México, pero además por buena parte de Sudamérica, Europa y Japón.
El caso de Chuen Fat Yip también se relaciona con otra empresa china de transporte de productos químicos: Shanghai Fast-Fine Chemicals Co., que desde 2019 envía precursores químicos, a menudo etiquetados falsamente, a los grupos criminales en México, en especial el Cártel de Sinaloa, para la producción de fentanilo. Otras empresas sancionadas son Hebei Huanhao Biotechnology Co. y Hebei Atun Trading Co., con sede en China, que importan y exportan productos químicos y farmacéuticos utilizados para producir opioides. También ha estado involucrada en la producción de precursores de fentanilo.
Es una detención sin tanto bombo y platillos como otras, pero clave en estas operaciones de personajes ligados al dinero y el aprovisionamiento de los precursores químicos para la producción de fentanilo y drogas sintéticas. Una detención producto de lo que tanto quiere imponer la nueva estrategia de seguridad: la coordinación, la investigación y la inteligencia.
Habrá que ver a dónde nos lleva el seguimiento de los hilos que se puedan derivar de la detención de este sujeto, y habrá que preguntarse también si no es parte de lo que han comenzado a decir Ovidio y Jesús Guzmán López en la Unión Americana.