El presidente chino Xi Jinping se ha consolidado como una figura central en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, con un enfoque estratégico en América Latina a través de propuestas de inversión en infraestructura y movilidad.
Xi, quien recientemente inauguró la megaobra del puerto de Chancay en Perú, presentó este proyecto como un modelo de cooperación con otros países de la región. Ahora, en el G20, su oferta incluye inversiones en obras como autopistas, puertos y sistemas de transporte público, buscando establecer enclaves clave para el comercio global.
Reacciones desde Washington
Sin embargo, esta creciente influencia china en América Latina enfrenta resistencias en el contexto del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente electo de Estados Unidos ha intensificado su retórica contra Beijing y estaría conformando un gabinete con figuras conocidas por su postura agresiva hacia China, como Robert Lighthizer, probable secretario de Comercio; Marco Rubio, futuro secretario de Estado, y John Ratcliffe, quien encabezará la CIA.
Diplomacia estratégica en América Latina
En este escenario, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha evitado incluir reuniones bilaterales con Xi en su agenda del G20, en un movimiento calculado para no provocar a la futura administración de Trump. Aunque ha reiterado que México está abierto a hacer negocios con todos los países, este gesto evidencia la influencia de las tensiones entre Washington y Beijing en la política exterior mexicana.
Por otro lado, el presidente argentino Javier Milei, quien en el pasado expresó fuertes críticas hacia China, ha adoptado un enfoque más pragmático. En un esfuerzo por equilibrar sus necesidades económicas con las dinámicas internacionales, Milei sostendría una reunión con Xi para asegurar la continuidad del swap de monedas que fortalece las reservas del Banco Central argentino.
Elon Musk, el intermediario inesperado
En medio de esta tensión, Elon Musk ha emergido como una figura clave en la transición de Trump. Instalado en Mar-a-Lago, el magnate ha participado en reuniones con candidatos para el Gabinete y ha sido parte de llamadas telefónicas de Trump con líderes internacionales. Musk, quien tiene importantes intereses comerciales en China, podría jugar un papel atenuante en la relación entre Washington y Beijing.
Expectativas y desafíos
Mientras Xi Jinping avanza en su consolidación como socio estratégico en América Latina, las tensiones con Estados Unidos amenazan con complicar los equilibrios diplomáticos en la región. Tanto Sheinbaum como Milei enfrentan desafíos únicos para mantener relaciones constructivas con ambas potencias en un contexto cada vez más polarizado.