En vísperas de su asistencia a la Cumbre del G20, en Brasil la próxima semana, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció en una de sus conferencias mañaneras que se estaban evaluando “los tiempos” para tratar de sostener una reunión con el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden. Al parecer, será difícil un encuentro bilateral entre Sheinbaum y Biden en tierras brasileñas, pues hasta la tarde del viernes la Secretaría de Relaciones Exteriores sólo había confirmado reuniones con los mandatarios de Brasil, Francia y Corea del Sur, así como con los primeros ministros de Canadá, Reino Unido, India, Japón y Vietnam. ¿Será que los comentarios del embajador estadounidense Ken Salazar, que generaron molestia y una nota diplomática por parte del gobierno mexicano, no fueron de gran ayuda para lograr que se lleve a cabo el encuentro presidencial bilateral en el marco de la cumbre?
Nos comentan que las universidades públicas autónomas estatales salieron muy mal libradas con el actual presupuesto. El año 2025 les pinta mal a estas instituciones ante la baja de recursos que tendrán para el próximo año. Nos comentan que representantes de esas casas de estudio estatales buscan dialogar con autoridades educativas y hacendarias para saber si, como ocurrió con la UNAM y el IPN, con ellas también hay un “error” que logre resarcir la baja de ingresos marcada en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Nos cuentan que muchas instituciones siguen operando al día y con muchas presiones financieras, por lo que un recorte como el previsto pondría en serios aprietos a varias de ellas.
Quienes están pasando un mal fin, nos cuentan, son los servidores públicos del gobierno federal, ya que ante el cambio de administración no se les pudo adelantar una parte de su aguinaldo, como era costumbre. La falta de adelanto no es para todos los trabajadores ni en todas las dependencias federales, pero sí en algunos casos de varias oficinas federales. Nos cuentan que muchos funcionarios se quejan de la reforma que estableció el 31 de octubre como el día del cambio de gobierno federal, debido a que sólo realizó la modificación de la fecha y no se previó sobre la operación administrativa, y ahora, varias dependencias no tienen recursos para poder cerrar el año.
A punto de desaparecer, nos comentan que en la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) están haciendo uso de lo que podría ser su último presupuesto, sin embargo, parte de estos recursos los está destinando a la contratación de un seguro para sus trabajadores. Nos comentan que la Dirección Ejecutiva de Recursos Materiales, Adquisiciones y Servicios de la comisión lanzó la licitación para contratar, un “Seguro de Responsabilidad Patrimonial y Asistencia Legal” y que cubriría a trabajadores de la Cofece, entre ellos a sus comisionados. Nos hacen ver que, al parecer, la Cofece ve el temblor y no se hinca, pues la contratación de seguros es una de las actividades que más ha criticado la política de austeridad de la 4T, que impulsa la desaparición de éste y otros organismos autónomos, por considerarlos costosos.