El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, se encuentra en negociaciones con empresarios para establecer un acuerdo de precios máximos en alimentos básicos. El objetivo de esta iniciativa es controlar la inflación y reducirla a un 3% anual para el próximo año. El anuncio de este acuerdo se espera para la próxima semana y está siendo trabajado por Marcelo Ebrard y Rogelio de la O.
Este acuerdo forma parte de un plan anti inflacionario elaborado en conjunto por la Secretaría de Hacienda y la de Economía. Se espera que sea presentado junto al paquete presupuestal para el año 2025.
El plan sigue una lógica similar a la asumida por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2022, en el momento más crítico para la inflación durante el sexenio anterior, cuando llegó a alcanzar una tasa de 8.76%. En ese momento, el aumento en los precios de alimentos fue el mayor desafío, llegando a explicar el 50% del incremento general en los precios al consumidor.
Gracias a una política monetaria restrictiva implementada por el Banco de México, durante el año 2023 la inflación fue disminuyendo rápidamente hasta alcanzar el 4% anual. Sin embargo, actualmente la inflación se ha estabilizado en torno al 4.5% anual, sin mostrar signos de ceder. Incluso, el último dato reportado por INEGI en octubre mostró un aumento en la inflación, llegando al 4.7% anual, lo cual ha encendido alarmas en el Banco de México.
Las mayores presiones inflacionarias provinieron del rubro de frutas y verduras, con aumentos de hasta un 20% anual a mitad del año, no solo debido a factores externos.
El último dato reportado por Inegi, correspondiente a octubre, marcó un repunte inflacionario que llevó la tasa al 4.7% anual, encendiendo luces amarrillas en el tablero del Banxico.
El sector servicios también llamó la atención de los expertos desde finales de 2023. Es este rubro donde se percibe el dinamismo de la economía, el que quedó en la mira del Banco de México, explicando incluso la división de posturas entre sus integrantes.
En su último análisis sobre la economía mexicana, el FMI determinó que el factor principal que dificultará al Banxico alcanzar su meta del 3% anual será «el sólido crecimiento salarial que impide una bajada más rápida en los precios de los servicios».
El mercado estima que la inflación bajará, pero lo hará de forma muy moderada, con lo que cerrará el año alrededor de 4.4%.
Los operadores creen que efectivamente el año que viene la inflación bajará, pero no creen que el Banxico logre alcanzar a su meta inflacionaria del 3% anual. De acuerdo con el último consenso realizado por Citibanamex, la expectativa es que se ubique más hacia el 3.8%.
Otro elemento que observan desde Palacio Nacional es la política monetaria. En Banxico persiste un debate, aunque con un bloque mayormente paloma que apunta por dos recortes más a la tasa de interés en este año, con lo que se posicionaría en 10%. Para el año próximo continuarían los recortes hasta llegar a una tasa de 8%, que aún es considerada restrictiva.
Los operadores creen que efectivamente el año que viene la inflación bajará, pero no creen que el Banxico logre alcanzar a su meta inflacionaria del 3% anual. De acuerdo con el último consenso realizado por Citibanamex, la expectativa es que se ubique más hacia el 3.8%.
Esa política tan prudente obedece a estudios del propio banco central que advierten sobre los riesgos de un alza de la infalción ante entorno global, pero también empujada por la resiliencia de la demanda interna por el robusto mercado laboral y el crecimiento salarial.