A los mexicanos nos gustan las bromas. Pero hay malas bromas y la que nos acaban de recetar es de las peores; encima de ser excesivamente cara, anuncia el desastre que viene. Esta no se debió haber planteado y, ante los avisos de su puesta en marcha (que son varios), mejor hubiera sido cancelarla. Pero prefieren seguir horadando el problema. Les encanta.
Ya se aprobó la reforma judicial; desestimaron al INE que pedía más tiempo y más dinero para llevar a cabo la elección del Poder Judicial. A los del régimen lo único que les importó fue que, hasta el viernes pasado, las personas inscritas para ser votadas no llegaban ni a 3,000. “¡Hay que hacer algo!”, se dijeron alarmados.
Y como el viejo PRI ha resucitado en Morena, para este lunes, según el ministro en retiro Arturo Zaldívar de pronto ya se tenían cerca de 21,000 inscritos (según Ricardo Monreal, poco más de 10 mil; de acuerdo a Gerardo Fernández Noroña, más de 15 mil). ¡¿Quién da más?!, pareciera que gritaban. ¿Habrán permitido a los muertos participar? Nunca lo sabremos.
Otra cosa que a los mexicanos nos gusta es dejar todo para el último momento. A los abogados se les conoce por esperar al término de los tiempos procesales. Pero lo que se atestiguó este fin de semana fue otra cosa. ¿Quién desea participar en un concurso, certamen, elección, contienda si ya está previamente definido el ganador? Se explica la escasa participación.
Y a partir de ello, dado que al régimen que nos gobierna no le gusta quedar mal, en cuestión de horas, antes de que acabara el plazo, el portal de inscripción se cayó y al reiniciarse su operación, ya contaba con cerca de 10 mil registros…
No pocos votos fueron de quienes, trabajando en el sector público, se vieron presionados por sus jefes. Al parecer se les exigió que se inscribieran para poder sacar adelante la reforma judicial. ¿Cuentan con cédula profesional como abogados? ¡Qué más da! Basta con que la bancada de Morena en la Cámara de Diputados asegure que “todos los inscritos para el Poder Judicial tienen buen nivel”…
Y no solo cerca de 20 mil inscritos en dos días, sino también ese mismo número avalado por los comités de acreditación (uno por cada rama del Estado). ¿De verdad dio tiempo de leer todos los CV en menos de 48 horas? Sorprendente.
La realidad: a mayor número de “inscritos” se puede simular mejor quiénes podrán pasar a ser votados. Una operación de acarreo para impulsar a unos cuantos previamente palomeados. Aviso del error que es continuar con esta charada.
Otros: las solicitudes del INE, las alarmas que han encendido abogados, jueces, comunidad internacional. Las bajas crediticias y de calificación de país; el altísimo costo que significa la elección. Sin olvidar el latente peligro de que al igual que el CO pone candidatos, ahora ponga jueces.
La elección de jueces, magistrados y ministros no debería darse, pues no se tiene la certeza de que se elegirá a los mejores. Desmantelaron el servicio profesional de carrera en el Poder Judicial y preparan el camino para acomodar a amigos y operadores tras unos comicios que prometen tener una participación desangelada.
Tres en Raya
(1) Lo que es parejo no es chipotudo. Luisa María Alcalde critica el nepotismo que existe en el Poder Judicial. Nada dice de la hija de Olga Sánchez Cordero o del hijo de Guadalupe Taddei o de tantos otros de la ‘Cuarta Transformación’. Asimismo, no soporta se descalifique a su propia hermana como contendiente a ser fiscal de la Ciudad de México por las mismas nepotistas razones…
(2) En mi columna anterior en este espacio, “Frente Cívico, ¿alternativa viable?”, mencioné una iniciativa que ha promovido Efraín Martínez Figueroa. A continuación transcribo parte de sus comentarios y aclaraciones al respecto:
“… deseo aclarar en primera instancia, no estoy promoviendo la creación de un partido, sino proponiendo el nombre de un partido opositor unificado desde mi punto de vista como especialista…. planteó claramente la unión de la oposición, jamás la división y lo único que estoy aportando es la opción de un nombre para el partido opositor que se llegue a crear.”
Le agradezco enormemente al consultor y estratega Martínez Figueroa (@EfrainMF) la lectura a mi texto, así como las puntualizaciones a lo referente a su propuesta y posicionamiento.
Y ahora también van por las propinas
¡Chulada! El legislador de Morena (y líder sindical), ese que ha hecho de los helicópteros ‘una herramienta de trabajo’ para transportarse de aquí a allá, quien dice “los que trabajamos tenemos que andar por cielo, mar y tierra para atender a la gente”, ahora les quiere cobrar impuestos a los trabajadores por las propinas que reciben…
Sucede que la ‘Cuarta Transformación’ necesita dinero (¡qué sorpresa!…). Se ha acabado los fideicomisos (faltaba el del IFT, pero Monreal ya avisó que se quedarán con sus 1,500 millones; los usarán ya sabemos para qué).
La ironía: el representante de los trabajadores, en lugar de pelear por los derechos laborales de todos estos mexicanos (sueldo digno, seguro médico, ahorro para el retiro, vacaciones, etcétera), se va por sus propinas. ¡Vaya manera de ampliar la base gravable!
Este régimen primero arribó a la conclusión de gravar a las apps (operaciones de las aplicaciones digitales comerciales y de servicios); ahora a que los individuos paguen al Estado por las propinas que reciben. ¡N’ombre!, ¡unos genios!
México sigue siendo uno de los países que menos recauda; ello debido a su extensísima economía informal, su pequeñísima base contribuyente y la evasión fiscal (particularmente significativa la de los grandes contribuyentes). Mas, en lugar de regular la economía, los legisladores morenistas optan por normalizar la informalidad. Esto es, extrayendo recursos pero NO regularizando la situación LABORAL de los individuos que trabajan en esas industrias que operan en la informalidad taxativa.
Si tan solo fuera a utilizarse esa recaudación adicional de forma eficiente, transparente, para detonar mayor productividad (mejores y más vialidades, mejores y más servicios de salud, mejor y más educación). Pero no. Cuando el dinero recaudado no tiene un fin concreto (ya no se diga adecuado), no hay impuesto que cumpla o que sirva.
Y en ese sentido otra ironía: el oficialismo exige regulación y transparencia a las grandes compañías de servicios (que operan vía apps), pero la autoridad retira la transparencia de la administración pública, de sus obras, proyectos y programas, entre otras cosas al desaparecer al INAI…
Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda compartió dos avisos:
a) “Al no pagar IVA, las plataformas digitales extranjeras constituyen una competencia injusta contra los pequeños negocios del país”.
b) “Nosotros no vamos a subir IVA en alimentos y medicinas, es una postura de Estado, es una decisión”. Y si bien imponer un impuesto a las apps y tiendas virtuales se sostiene con el argumento de que se debe frenar la competencia desleal de estas empresas, ello en nada resuelve las dos cuestiones que son realmente las fundamentales: bajar precios de los productos (y mejorar la competencia) y establecer esquemas formales y justos de contratación de los trabajadores de esas empresas, negocios e industrias.
Y aquí les va lo peor: ¿quién creen que en realidad pagará por ese impuesto en las transacciones de aplicaciones digitales? ¿Las grandes empresas y los dueños de los locales o el consumidor final y los que viven de sus propinas? Sabemos la respuesta: estas iniciativas de Morena equivalen a nuevos impuestos AL CONSUMO.
Y dado que la erogación recaerá en los usuarios, ¿alguien en la administración pública ha contemplado cómo garantizar que esas compañías —muchas de ellas extranjeras— expidan de inmediato un CFDI con validez en México para que sus clientes? ¿Cuántos no hemos hecho un viaje en Uber o en una plataforma similar sin obtener una factura con valor fiscal que lo ampare?
Total que, por lo demás, Hacienda ha sido clara: “a partir del próximo 1 de enero de 2025 el SAT cobrará el IVA de 16% a las empresas extranjeras que venden productos a través de plataformas digitales”.
¿Servirá aunque sea para poner orden en el comercio digital? ¿En realidad se podrán recaudar más de 15 mil billones de esta forma? Un misterio, ni ellos lo saben.
Otra cuestión adicional: el que se cobre el 16% de IVA a las empresas extranjeras a partir de enero del próximo año sobre los productos que vendan en sus plataformas digitales o el establecer un régimen impositivo a las propinas es inútil mientras las aduanas sigan siendo pequeños feudos y repositorios de sobornos a autoridades. Adicionalmente, ¿el impuesto a las transacciones comerciales digitales, lo pagan las empresas transnacionales en su lugar de origen? Si es así, ¿por qué se debiera pagar doble?
Si bien el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar (Morena), aseguró que este cobró no se deberá trasladar a los consumidores, ya que, argumentó que “lo que estamos haciendo es que con la nueva medida, pues todas las mercancías que tienen como base almacenamiento en territorio nacional, van a pagar IVA y de este esquema de tributación, pues tenemos una recaudación que va a llegar cerca de los 15,000 millones de pesos”, una buena parte de ese cobro sí se trasladará a los consumidores.
Giro de la Perinola
(1) La reforma que propone la 4t es necesaria sin lugar a dudas, el problema es que no tienen claro la forma en que la van a implementar y esto último puede ser contraproducente para el comercio, los trabajadores de todas estas plataformas, el mismo consumidor y para el gobierno si no recolecta lo que estima.
(2) ¿Y si mejor Morena da atención a la reforma de jornada laboral de 40 horas semanales que está detenida en el Congreso federal?
(3) Los oficios que reciben propinas en México:
- meseros
- ‘viene, viene’
- taxistas
- despachadores de gasolina
- cerrillos/empacadores de bolsas en supermercado
- camareros
- peluqueros
- cocineros
- botones/carga equipaje
- repartidores
- lavador de automóviles
- guías turísticos
- valet parking
- maquillistas
- recolectores de basura
- entre muchos otros
Estamos hablando de varios millones de trabajadores con salarios muy bajos, con condiciones laborales muy lamentables y que subsisten con y gracias a las propinas.