La creación de una nueva dependencia federal denominada la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, en sustitución de la Función Pública, se mira como una buena primera intención de combatir el delito que se mantuvo vigente en la 4T: la corrupción. De entrada, el cambio de nombre a uno más fácil de comprender para los mexicanos luce como una buena idea, pero está por verse lo más importante: ¿la presidenta Claudia Sheinbaum y la titular, Raquel Buenrostro, ahora sí van en serio contra la corrupción gubernamental?
Para responder esa pregunta, Sheinbaum y Buenrostro tendrían que dar un golpe en la mesa que envíe la señal de que la nueva Secretaría va a actuar contra todos los funcionarios y contratistas del gobierno que sean sorprendidos en actos de corrupción, empezando por lo que son cercanos a los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, como el tabasqueño Amílcar Olán. Además, ejemplos de malos manejos y corrupción hay de sobra en torno a algunos de los más altos funcionarios y gobernantes de Morena. ¿Se atreverá la presidenta y “guardiana” del legado de AMLO a ir por ellos?
La designación de Buenrostro al frente de esta dependencia federal, por un lado envía un mensaje de fuerza, puesto que como jefa del SAT y como secretaria de Economía siempre mostró mano dura para negociar, perseguir y fiscalizar a los contribuyentes que arrastraban adeudos fiscales y también en las mesas de diálogo con nuestros socios comerciales. Del otro lado, sin embargo, se ve a Buenrostro como una funcionaria fiel al obradorato y al expresidente, por lo que podría no atreverse a dar un golpe que pegue por debajo de la línea de flotación del primer círculo del exmandatario, su familia y sus cercanos.
Fuentes aseguran que esto último fue lo que descarriló el proyecto de crear la Agencia Nacional Anticorrupción que desarrolló el expanista y ahora senador por Morena, Javier Corral, y se atajaron también las intenciones de éste de ser el titular de la Función Pública.
Por otra parte, en la reestructura de la nueva Secretaría se le quitan atribuciones a su titular. Por ejemplo, se dejan fuera de la dependencia la gestión de las compras de gobierno y el control de los titulares de las Unidades de Administración y Finanzas, mejor conocidos como TUAFs.
En los últimos años del gobierno de López Obrador se decidió transferir la Oficialía Mayor de Hacienda a la estructura de la Función Pública, la misma con la que, a principios del sexenio pasado, la propia Buenrostro intentó concentrar todas las compras gubernamentales y destrozó cadenas de suministro como la de los medicamentos e insumos de la salud.
Con Thalía Lagunas como Oficial Mayor esa oficina se trasladó al edificio ubicado en Avenida Insurgentes y Barranca del Muerto, para adquirir un nivel de Subsecretaría y colocar en las mismas manos el ejercicio de las compras y la calificación de las mismas en materia de transparencia, legalidad y medidas anticorrupción.
El modelo de ser juez y parte nunca fue del agrado de Sheinbaum. Por ello la elegida para controlar las compras en su gobierno es una funcionaria de todas sus confianzas y de su mano derecha en temas económicos y financieros, la secretaria de Energía Luz Elena González: se trata de la subsecretaria de Egresos de Hacienda, Bertha Gómez Castro, quien además será la responsable de nombrar y liderar a los TUAFs.
Posdata 1
A propósito de nombramientos y combate a la corrupción, se alista el relevo del general André Georges Foullon como titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México, en la que también habrá una reestructura profunda.
La Agencia es muy relevante para el combate al contrabando y, sobre todo, el de estupefacientes y precursores químicos como el fentanilo. Si bien en estas tareas ya participan las Fuerzas Armadas, la Secretaría de Seguridad, a cargo de Omar García Harfuch, tomará un rol más relevante, por lo que se analiza con mucho detalle el perfil que sustituirá al general en retiro. Se da por hecho que será un general.
También habrá toda una reingeniería en lo referente al cabotaje, la simplificación de trámites y las reglas aduaneras para agilizar el comercio.
Posdata 2
El Plan de Vivienda de Claudia Sheinbaum, en el cual se pretenden crear un millón de nuevas casas, fue bien recibido por los analistas del BBVA México, con el pequeño detalle de que no debe ser el gobierno el que las construya. Es la misma crítica que han hecho los desarrolladores incluidos en la Canadevi y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
Y no solo porque el gobierno ha demostrado ser muy ineficiente en la construcción de infraestructura, sino porque ese perfil constructor ya lo tuvo el Infonavit hace varias décadas y fue un fracaso. Sin embargo, lo que más preocupa es que el encargado de ejecutar dicho plan es el exdirector de Pemex, Octavio Romero. Tienen razón los analistas y constructores para estar preocupados.
Posdata 3
Otro análisis interesante, que pasó un tanto desapercibido, fue el que publicó esta semana el Bank of America en torno a las necesidades de inversión para México. La institución habló de entre 300 mil y 400 mil millones de dólares para el sexenio de Claudia Sheinbaum.
El banco estadounidense expuso que esto implica carreteras, puertos, aeropuertos, agua, generación de electricidad renovable, entre otros proyectos. En los próximos años Pemex requerirá una inversión de entre 100 mil a 150 mil millones de dólares, mientras que la Comisión Federal de Electricidad una cifra de entre 50 mil a 75 mil millones de dólares.
En tanto, las pensiones incluidas en el gasto público y los programas sociales requerirán 100 mil millones de dólares, a lo que se suma el Tren Maya, Tren Interoceánico, Metro de la Ciudad de México, agua y seguridad.
Posdata 4
El proyecto del Tren México-Querétaro, al cual hace unos días le dio el banderazo de salida la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Mauricio Kuri, va a incrementar la relación económica que tiene la capital del país con la entidad de vocación industrial.
Las principales oportunidades que se vislumbran son en sectores como el turismo, comercio y conectividad de Querétaro. Esta obra se quedó como un proyecto trunco en el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero ahora es una de las prioridades del ambicioso programa de movilidad del gobierno federal, el cual terminará capitalizando también el gobernador, quien es de los pocos panistas que aún están al frente de sus estados.
Más allá del tema político, el Tren no sólo unirá a la Ciudad de México con Querétaro, sino que ayudará a conectar el norte y el sur del país, pues Querétaro es un eje clave para la movilidad nacional.