Nos comentan que al concluir las comparecencias de las y los aspirantes a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos durante los próximos 5 años, la bancada de Morena en el Senado ya no está tan segura de apoyar la reelección de Rosario Piedra. Senadores del grupo mayoritario nos revelan que las opiniones al interior de la fracción están muy divididas, por lo que podría haber sorpresas en la integración de la terna que será presentada ante el Pleno en los primeros días de noviembre. Nos hacen ver que entre quienes buscan encabezar la CNDH, la mejor impresión la causaron la abogada jalisciense y maestra en Derecho Constitucional Paulina Hernández; la ombudsperson de la Ciudad de México, Nashielli Ramírez, y el abogado y exdiputado panista Jesús González Schmal. Aseguran que cualquiera de estas tres personas garantizaría, por mucho, un mejor trabajo que el de la señora Piedra.
En el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros están muy nerviosos, nos comentan. La razón de esta angustia es que no le han dado la toma de nota al eterno líder Víctor Flores. Ya pasaron más de dos meses de la reelección del dirigente de los trabajadores de ferrocarriles, quien está envuelto en un escándalo judicial, por un presunto fraude. Nos detallan que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral no ha negado oficialmente la toma de nota, pero hay inquietud en el sindicato por la demora en este trámite, que en la mayoría de los casos se da en automático. Muchos se preguntan si el reinado de tres décadas de don Víctor habrá llegado a su fin con la Cuarta Transformación.
No todo está solucionado en el INE, nos aseguran, pues hay algunos consejeros que están en desacuerdo con la resolución del Tribunal Electoral de dar luz verde al órgano electoral para que continúe con la implementación de la reforma judicial. Nos explican que desde un inicio algunos consejeros consideraban que no era la vía para resolver este conflicto, y estiman que las suspensiones sí les impiden continuar con el proceso. También querían esperar a que la Suprema Corte emitiera una resolución sobre el tema. Sin embargo, nos recuerdan que la comisión especial encargada del proceso está integrada por consejerías afines a la presidenta Guadalupe Taddei, por lo que los trabajos seguirán avanzando, aunque con el desacuerdo de varios de los consejeros.
Mientras su sobrevivencia como órgano autónomo pende de un hilo, en el Instituto Nacional de Transparencia (Inai) se dan tiempo para guerras internas. Nos comentan que, como parte de un fuego amigo, llegaron dos denuncias al Comité de Ética y a la Contraloría, ambas en contra del comisionado presidente, Adrián Alcalá. Las querellas, nos dicen, ya fueron admitidas y turnadas a la Dirección de Investigaciones de Quejas y Denuncias, y en ellas se señala al comisionado presidente de violar el Código de Ética por haber acompañado a Óscar Guerra Ford el día en que usó una tarjeta corporativa para pagar la cuenta de un centro nocturno, hace 10 años, y por presuntos conflictos de interés, por resolver casos relacionados con la UNAM, institución educativa en la que él trabaja como catedrático. Nos hacen ver que, al parecer, para los comisionados del órgano garante de la transparencia no les es suficiente con el fuego que viene de fuera, pues dentro, la metralla también está tupida.