En 2020, la modificación de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 obligó a las marcas de alimentos envasados a retirar personajes animados de sus empaques, como el elefante Melvin de Chocokrispis y el Tigre Toño de Zucaritas, al considerarlos como atractivos para los niños y por lo tanto, incentivadores de su consumo. Esta medida formó parte de una estrategia para promover decisiones de compra más informadas y responsables, en línea con los nuevos sellos de advertencia como “Exceso de azúcares” o “Exceso de calorías”.
La norma indica que los productos que ostenten estos sellos no pueden utilizar personajes infantiles, dibujos animados, celebridades o mascotas en sus empaques. Sin embargo, recientemente, varios de estos icónicos personajes han regresado a las cajas de cereal, gracias a una reformulación de las recetas originales.
Nuevas versiones, menos azúcar
Uno de los casos más representativos es el del cereal Nesquick, que en su versión original continúa con los sellos de advertencia debido a que contiene 157 kilocalorías y 8.36 gramos de azúcares. Sin embargo, la versión Nesquick Letritas, con 125 kilocalorías y 1.35 gramos de azúcares añadidos, ha logrado devolver al famoso conejo de Nesquick al empaque. La clave está en la reducción de azúcar y la ausencia de jarabe de glucosa, cumpliendo así con los requisitos de la NOM 051.
Lo mismo ocurre con algunos productos de la marca Kellogg’s, que ha seguido una estrategia similar. Mientras la versión original de Chocokrispis sigue con sellos de advertencia, la nueva versión Chocokrispis Pop, con 114 calorías por porción y 36 calorías provenientes de azúcares añadidos, ya cuenta de nuevo con la imagen de Melvin en su empaque. De igual manera, el clásico Corn Flakes Miel contiene 108 calorías y 9 gramos de azúcares, lo que permitió la reaparición del gallo Cornelio.
Krunchers: la línea con menos azúcares
Otra estrategia notable es la introducción de la línea de cereales Krunchers, en la que las marcas han logrado reducir considerablemente la cantidad de azúcares añadidos. Por ejemplo, la versión Krunchers Chocokrispis ha pasado de 30 gramos de azúcares en su versión original a 3.5 gramos en esta nueva presentación. Además, su contenido calórico también se ha reducido de 380 kilocalorías por cada 100 gramos a 263 kilocalorías.
Con estos ajustes, las marcas han conseguido cumplir con la normativa y devolver a los empaques a los personajes que durante décadas fueron parte de su identidad visual. Si bien las reformulaciones buscan mantener el atractivo de los productos, la aceptación de los consumidores dependerá de si estas nuevas versiones logran conservar el sabor que las ha caracterizado.
Las reformas a la NOM 051 forman parte de un esfuerzo más amplio para combatir los altos índices de sobrepeso y obesidad en México, especialmente en las infancias. Los cambios en el etiquetado buscan proporcionar a los consumidores información más clara y directa sobre el contenido nutricional de los productos, promoviendo elecciones más saludables en el día a día.
Con información de:
Xataka