Nos cuentan que el nuevo presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación en la Cámara de Diputados, el morenista Javier Herrera, aseguró que vigilarán que no se estanquen las investigaciones en la FGR por manejo irregular de los recursos de la cuenta pública. Pero al preguntarle si se exigirá que el auditor superior, David Colmenares, rinda cuentas por la baja cuantitativa y cualitativa en su trabajo, reportada por la Unidad de Evaluación y Control, dijo que la que debe ser evaluada es la Unidad y no el auditor, a quien la oposición acusa de ser “tapadera” del gobierno. “La UEC es un órgano que nos asiste a la Comisión y, por lo tanto, también como miembros de la Comisión, revisaremos la calidad del trabajo de la Unidad de Evaluación”, dijo. ¿Será el nuevo modelo de justicia morenista? ¿Investigar al que denuncia y arropar al denunciado?
Nos cuentan que la madrugada del jueves causó malestar en las filas de la oposición que la senadora del PRI, Cynthia López Castro, optara por no votar en contra de la llamada “supremacía constitucional”, aunque al final no fue determinante porque tampoco votó el oficialista Ricardo Sheffield. De cualquier modo, a nadie se le escapó el hecho de que la legisladora estaba en San Lázaro y anduvo grabando videos para subir a sus redes en lugar de sufragar. Nos dicen que si bien hubo enojo, no hubo sorpresa porque ya veían venir el PriMor trabajado por el coordinador morenista, Adán Augusto López, con el líder priista Alejandro ‘Alito’ Moreno, a quien doña Cynthia es muy cercana. Donde hubo fuego…
Los días pasan y los trabajadores del Poder Judicial intentan mantener sus protestas contra la reforma. Nos cuentan que hay días en que se registra tensión entre los movilizados por la falta de organización y la baja de asistentes a las manifestaciones. Nos detallan que ayer un grupo de trabajadores reclamó a otro que estaba de guardia en el Palacio de Justicia de San Lázaro, porque no acudió a la protesta frente a la Cámara de Diputados con motivo del inicio de la discusión de la reforma sobre supremacía constitucional. Se enfrentaron por unos minutos, porque casi nadie llegó a la cita. No pasó a mayores, pero al parecer el ánimo de los trabajadores está en su punto más bajo.
Nos cuentan que mientras las instituciones de seguridad federal intentan responder de manera coherente a la ola de violencia en estados como Sinaloa, Guerrero y Guanajuato, y comienzan a definir la estrategia del nuevo gobierno, el diputado morenista Ignacio Mier parece que sigue viviendo en el sexenio pasado y se aferra a las justificaciones que tantas veces se escucharon entonces, cuando todo era culpa de Felipe Calderón, que terminó de gobernar hace 12 años. Pero don Ignacio se voló la barda al afirmar que la actual guerra de narcos en Sinaloa es culpa de Francisco Labastida, que fue gobernador de ese estado hace 32 años. Más o menos la misma época en la que Mier comenzaba su carrera como diputado del PRI en el Congreso de Puebla. La amnesia, pues.