La noche del martes 1 de octubre, en una carretera de Chiapas, ocurrió un hecho violento en el que se vieron involucrados militares. Los soldados, durante un patrullaje, detectaron una camioneta que iba a alta velocidad y al intentar huir, escucharon detonaciones y procedieron a detenerla. Detrás de la camioneta, se desplazaban dos vehículos tipo pick-up “como los utilizados por grupos delincuenciales en la región”, según ha informado la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un comunicado.
Al acercarse, los militares identificaron a 33 migrantes de diferentes nacionalidades, entre ellas egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe, de los cuales cuatro habían fallecido, 12 resultaron heridos y 17 estaban ilesos. Los soldados brindaron los primeros auxilios a los heridos y luego fueron trasladados en vehículo al Hospital General de Huixtla. Sin embargo, dos de ellos fallecieron en el camino, elevando el número de víctimas a seis. Los 17 migrantes ilesos fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración.
La Sedena ha informado que los dos militares implicados en el hecho han sido separados de sus funciones y el caso ha sido notificado a la Fiscalía General de la República. También se ha establecido coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores para mantener contacto con las embajadas correspondientes. Todo ello, mientras la Fiscalía General de Justicia Militar realiza sus investigaciones sobre la disciplina militar en este suceso.
Es importante mencionar que este hecho ha generado preocupación y condena en la sociedad mexicana, pues se trata de militares involucrados en el asesinato de migrantes, una situación que ha ocurrido en otras ocasiones en México y que ha sido duramente criticada por diversas organizaciones de derechos humanos. La Secretaría de la Defensa Nacional ha asegurado que se mantendrán en contacto con las embajadas correspondientes y se tomarán las medidas necesarias para esclarecer el caso y que se haga justicia.