El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, sigue siendo un problema para el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien intenta detener la violencia en la entidad del Pacífico, causada por la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Según fuentes cercanas al entorno presidencial, esta semana fue particularmente difícil para el gobernador, ya que se le vio en eventos musicales en vez de atender la situación de violencia en su estado. Además, aún no ha podido comprobar su supuesto viaje a California en el momento en que se realizó la detención de Ismael Zambada. A pesar de mostrar bitácoras de vuelo y listas de pasajeros, Rocha no tiene un sello migratorio en su pasaporte que demuestre su visita a Estados Unidos. Tampoco hay grabaciones de su llegada al país vecino, y aún no ha solicitado al gobierno de Estados Unidos que haga pública la información que confirmaría su presencia en el lugar y momento en que cayó Zambada.
Este manejo de la situación ha generado un gran malestar en la cúpula del gobierno, ya que mientras la versión de Rocha se desmorona, la de Zambada gana fuerza. Según Zambada, el gobernador estuvo presente en la reunión en la que él fue secuestrado y Héctor Melesio Cue fue ejecutado. Esta situación es un desastre para el Gobierno, que intenta mejorar su relación con Estados Unidos en temas de seguridad. Especialmente ahora que los fiscales de Nueva York han mencionado la posibilidad de que el capo sea condenado.
Además, en Palacio hay mucho malestar con Rocha, ya que su versión sobre su presencia en la reunión de Zambada se desmorona mientras crece la de Zambada.
Otro detalle preocupante es que el sobrino y chofer de Cue, Fausto Corrales, está desaparecido desde el día de la detención y se ha comunicado con algunas personas en Sinaloa para decirles que, efectivamente, Rocha estaba en la reunión. Parece que la trama se está complicando para el gobernador.
Incluso, en la Fiscalía General ya no se cree en el supuesto video que muestra a Cue siendo asesinado en una gasolinera. Se considera un montaje torpe que ya empezó a caerse cuando el semanario Rio 12 se puso en contacto con médicos que habrían atendido a Cue y su versión no coincide con el video.
La situación se está saliendo de control para el gobernador, con dos sujetos que están desaparecidos: el comandante de la policía sinaloense que supuestamente era el jefe de los escoltas de Zambada, y el piloto que llevó a Zambada hasta Texas. A pesar de que la familia del primero lo está buscando, nadie ha reclamado al piloto que aterrizó en El Paso. Este vuelo es una de las grandes preocupaciones de Andrés Manuel López Obrador con la administración demócrata. La presidente lo aclaró esta semana: la pausa en las relaciones con Ken Salazar no fue por la reforma judicial, sino por Sinaloa.