Nos cuentan que a Francisco Garduño, director del Instituto Nacional de Migración, nada le quita el sueño, como él mismo lo declaró tras ser indiciado por su responsabilidad en la muerte de 40 migrantes encerrados en la estación de Ciudad Juárez en marzo de 2023. Don Francisco tiene que ir a firmar cada quince días a los juzgados de esa ciudad fronteriza, y lo hace con cargo al erario, claro está. Para los que se indignaron porque fue mantenido en su cargo pese al proceso judicial que enfrenta, nos hacen ver que ya se fue su amigo el expresidente Andrés Manuel López Obrador, pero él no se mueve de su silla. De hecho, el mismo día de la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, a Garduño le tocó ir a firmar y al salir les dijo a los reporteros: “sigo siendo director”. ¿Será que en verdad lo ratificará la nueva administración?
Nos cuentan que se hizo viral un mensaje en redes sociales del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien aparece en una lujosa Harley-Davidson, con chofer incluido, y el mensaje: “Tuve que subirme a una motocicleta para llegar a tiempo”. Sonriente, con lentes al estilo Bono, aparece sin casco e invadiendo el carril del Metrobús. Si el poderoso legislador desdeña a la Suprema Corte e ignora las resoluciones de los jueces, ni modo que algún agente de tránsito de la ciudad lo vaya a obligar a respetar el reglamento. Lo bueno es que no eran iguales a los de antes. ¿Por encima de la ley, nadie… salvo nosotros?
Los diputados federales de Morena realizarán el próximo lunes su reunión plenaria en la Cámara Baja, para definir a los afortunados que presidirán una de las 26 comisiones que se quedaron los guindas en esta legislatura. Nos cuentan que el coordinador de la bancada, Ricardo Monreal, se reunió ayer con la presidenta Claudia Sheinbaum y que de ese encuentro salió con la lista palomeada, o al menos eso les comunicó a algunos de sus coordinados. Así que al parecer ya hay humo blanco. A ver si no se vuelve negro el humo cuando se enteren los que no fueron favorecidos. Se sabe que eso de aceptar derrotas no se les da muy bien en el partido guinda, que si gana, alaba la democracia, pero si pierde, grita: ¡Golpe de Estado!
Aunque el 1 de octubre todo era fiesta por la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cena organizada para los invitados internacionales en Palacio Nacional hubo algunos momentos de tensión. Nos cuentan que un grupo de embajadores intercambiaba opiniones sobre el actual conflicto en Medio Oriente y el tono comenzó a subir entre algunos representantes que ni siquiera son de la región. Lo bueno es que al final privó la prudencia y se retomó el ambiente festivo para celebrar a la primera presidenta de América del Norte.