Al menos 95 personas han muerto en la Comunidad Valenciana debido a las inundaciones que han asolado la región y han causado el caos en muchas comunidades aisladas. Los servicios de emergencia luchan por rescatar a las víctimas mientras carreteras bloqueadas y zonas sin electricidad ni telefonía causan miedo y temores de que el número de víctimas siga en aumento. Entre los desaparecidos se encuentra la hermana de una mujer llamada Miriam, quien contó a TVE que no ha tenido noticias de ella desde que empezó la tragedia.
Las impactantes imágenes de la noche del martes muestran cómo las calles se convirtieron en ríos fuertes que arrastraban a su paso todo lo que encontraban, incluidos vehículos. Una residente llamada María Carmen tuvo que subirse al techo de una furgoneta durante varias horas para ser rescatada tras salir por la ventanilla de su vehículo.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, instó a los ciudadanos a seguir alerta ante la emergencia que “continúa”. “Las administraciones públicas están trabajando juntas para hacer todo lo posible y poner los medios necesarios para salir de esta tragedia. No os vamos a dejar solos”, dijo desde el Palacio de la Moncloa.
Los residentes de la zona están lidiando con el lodo en sus hogares usando baldes y caminando con agua hasta la cintura para salvar sus pertenencias. El transporte ferroviario y aéreo sigue suspendido hacia la región afectada. El presidente autonómico, Carlos Mazón, pidió a las personas no desplazarse por carretera en las provincias afectadas.
El Rey Felipe VI expresó su tristeza por la pérdida de vidas humanas y la destrucción de infraestructuras y bienes materiales de muchas personas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la Unión Europea está lista para ayudar a España. El Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas.
Según informes locales, en algunas zonas la cantidad de lluvia caída en un día superó lo esperado para todo un mes. El presidente valenciano aseguró que están enfrentando una situación inédita, que nunca antes había sucedido. Esta tragedia es la más mortífera relacionada con condiciones climáticas que se haya registrado en España desde 1996, cuando 86 personas perdieron la vida debido a fuertes lluvias que destrozaron un camping en Huesca.
Con información de:
REFORMA