Cuando las elecciones presidenciales se acercaban y el nombre de Claudia Sheinbaum resonaba como posible sucesora de Andrés Manuel López Obrador, un viejo amor reapareció en su vida: Jesús María Tarriba Unger.
Retomaron la relación que habían dejado en la universidad. En medio de la campaña, se casaron.
Hoy, Claudia Sheinbaum es presidente, y Jesús María Tarriba es su esposo.
Pero hay un detalle que llama la atención. Mientras ella está en el máximo cargo político, él mantiene un perfil bajo en el Banco de México (Banxico), donde trabaja desde hace siete años y actualmente es líder de especialidad en la Gerencia de Análisis de Riesgos del Sistema Financiero de Banxico.
El periodista Rodrigo Gutiérrez, hizo una investigación titulada “Banxico declara confidencial patrimonio de esposo de Sheinbaum”, y revela que el patrimonio del esposo de Sheinbaum es un misterio.
En las seis páginas de su declaración, las secciones donde deberían aparecer sus bienes están marcadas con un asterisco y una nota al pie: “Por contener datos personales o datos personales sensibles concernientes a una persona física identificada o identificable, para cuya difusión se requiere el consentimiento de los titulares”.
Es decir, fue él mismo quien decidió no hacer pública esta información. Pero si no tiene nada que ocultar, ¿por qué no transparentar sus bienes?
Además, aunque trabaja en Banxico desde 2017, solo hay registros de sus declaraciones patrimoniales de los últimos dos años.
¿Qué pasó con las anteriores?
La Ley General de Responsabilidades Administrativas establece que todos los funcionarios federales deben presentar su declaración anualmente.
En cuanto a sus ingresos, el único dato disponible es su salario: 906 mil 347 pesos anuales reportados en 2023. Un salario considerable, pero poco más se sabe sobre su patrimonio.