Nos cuentan que ahora que en el Senado se desarrolla el proceso de elección de una nueva presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, o la muy probable reelección de Rosario Piedra Ibarra, el oficialismo prevé sacar de la “congeladora” la reforma de la aún ombudsperson que busca desaparecer a la CNDH y crear la Defensoría del Pueblo, instancia similar a la que existe en Venezuela, ello bajo el argumento que la actual institución “es herencia del neoliberalismo”. Así que con un poco de “buena fortuna”, pronto podríamos tener un segundo mandato de la muy cuestionada doña Rosario, y una institución bolivariana.
Nos platican que en la Cámara de Diputados dicen que una de las legisladoras se está convirtiendo en la mujer más poderosa en la bancada de Morena. Se trata de la diputada Gabriela Jiménez, quien se le ha puesto al tú por tú al coordinador Ricardo Monreal y en reuniones privadas defendió a capa y espada sus facultades como vicecoordinadora de vinculación parlamentaria, que dijo le iban a ser arrebatadas para dárselas a Pedro Haces. El lunes, durante una plenaria de la bancada guinda se votó una reforma al reglamento interno del grupo parlamentario para quitarle a la diputada Jiménez las facultades de convocar a las reuniones del pleno en ausencia del coordinador, ser la voz de Morena para negociar acuerdos con otras fuerzas políticas y estar presente en las reuniones de Junta de Coordinación Política, entre otras, y dárselas a Pedro Haces, a quien nombraron Coordinador de Operación política. Doña Gabriela, nos relatan, se levantó de su asiento y denunció que todo el poder se le estaba dando a los hombres y, al final, consiguió mantener sus facultades. Nos hacen ver que quizá no han entendido en su bancada que eso de que es tiempo de mujeres va en serio.
Con el fin de darle gusto a todos, la Mesa Directiva del Senado que preside Morena, decidió no convocar al Pleno ayer a una sesión nocturna para discutir y votar las leyes secundarias de la reforma judicial. A cambio, citó para hoy a temprana hora, para desahogar el dictamen y tratar de terminar a buen tiempo para que los senadores que viajan a sus estados no pierdan sus vuelos. Así, Morena trata de darle gusto al gobierno, sacando las leyes reglamentarias en tiempo récord y al mismo tiempo a los legisladores para que pasen el fin de semana en su tierra y con sus familias. Las pequeñas ventajas de tener el control del Senado.
Nos hacen ver que uno de los nombramientos que faltan en la Secretaría de Educación Pública, es el de la subsecretaría de Educación Superior. Nos dicen que al parecer existen jaloneos sobre el perfil de la persona que ocupe este cargo porque, además de estar bajo el mando del secretario de Educación Pública, Mario Delgado, también tendrá que construir una estrecha colaboración con la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz. En un momento en el que hay varios temas complicados por resolver, como el conflicto en la Universidad Autónoma de Sinaloa, nos comentan que es necesario designar a la persona que ocupará esta importante subsecretaría.