¿Y dónde quedó el litio sonorense?
Como todos los proyectos transformadores del anterior sexenio: en el cajón del olvido.
Un proyecto que nació roto y solo sirvió para los discursos de López Obrador. Mientras tanto, Estados Unidos acaba de descubrir que tiene en Nevada el mayor yacimiento de litio del mundo.
Ya no es Sonora.
Es cuando nada te sale bien.
Bueno, dígame: ¿Qué obra está funcionando medianamente bien? Ya no le ponga que sea de beneficio para el pueblo. Simplemente que funcione.
Todo ha sido un fracaso: gas, farmacias, refinerías, trenes y ahora el litio.
El Gobierno mexicano redobló su apuesta para hacerse del control del litio, ese mineral estratégico considerado el nuevo oro blanco. Canceló nueve concesiones de la empresa china Ganfeng Lithium bajo el argumento de incumplimiento de requisitos mínimos de inversión. Pero, ¿qué logró con esto?
Mientras aquí nos enredamos en burocracias y nacionalizaciones mal planteadas, Estados Unidos descubre en Nevada un yacimiento con entre 24 y 40 millones de toneladas de litio. El más grande del mundo.
En Bacadéhuachi hay 243 millones de toneladas, según Mining Technology.
Lo que no hay es voluntad de desarrollar la tecnología para extraerlo.
¿Y Sonora? Mirando al norte con envidia.
Rigoberto García, académico del Colegio de la Frontera Norte, ha dicho que se ha exagerado el potencial del litio en México. No se ha extraído ni un solo gramo en Sonora.
Nada garantiza que el litio vaya a ser el mineral del futuro en nuestro país si seguimos así.
Esperemos que ahora sí le atinen a la reforma al Poder Judicial, de concretarse, claro. Porque como en el caso de litio, la ambición y arrogancia los está perdiendo. Y generando risas en el extranjero, como entre los catedráticos de Harvard. Sí, allí, donde estudió el joven Taddei, el aviador más caro de la 4T. Su sueldo bruto, una bicoca: 177 mil 970 pesos como director de LitioMX.
Pero no importa. De los fracasos se aprende.
Aunque México esté al borde del precipicio.