La sequía extrema y la sobreexplotación de acuíferos en Sonora han generado efectos graves en la región, desde la pérdida masiva de ganado hasta la aparición de grietas de hasta 100 metros de largo y 2.5 metros de profundidad en zonas rurales, como ocurrió en el Ejido Cruz Gálvez, en Hermosillo. De acuerdo con la Universidad de Sonora y la Coordinación Estatal de Protección Civil, esta grieta es consecuencia de la sequía y de un antiguo depósito de lodo y arcilla de hace millones de años, y no está relacionada con la falla de San Andrés.
Según Sergio Müller, de la organización Caminantes del Desierto A.C., la sobreexplotación de pozos ha provocado el hundimiento del suelo en varias áreas, problema que en ciudades como Ciudad de México ha derivado en una reducción anual de hasta cinco centímetros de altura. En el entorno urbano de Hermosillo, la sequía también ha afectado la presión del agua y generado desabasto, agravado por la rotura de tuberías y la falta de lluvias, lo que disminuye la vegetación urbana y aumenta las temperaturas, creando un efecto de isla de calor.
Para el sector agrícola y ganadero, la situación es crítica. Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), informó que los ganaderos han tenido que vender gran parte de su ganado debido a la escasez de agua y forraje en el sur del estado. Las lluvias, aunque esporádicas, no han sido suficientes para llenar represas, y la falta de humedad ha afectado también la producción agrícola, llevando al abandono de campos de cultivo en varias áreas. Ochoa Valenzuela señaló la urgencia de contar con apoyos gubernamentales para mitigar los daños que enfrenta este sector clave en la economía estatal.
Müller y otros ambientalistas han instado a la población a optimizar el uso del agua, proponiendo prácticas como el uso de agua reciclada de lavadoras y lavamanos para riego, así como la recolección de agua de lluvia en techos para aprovechar mejor los recursos en el hogar y en las comunidades. Sin embargo, la solución a largo plazo demanda acciones y financiamiento para conservar los ecosistemas y acuíferos que proveen agua a Sonora, un reto que recae en los gobiernos federal y estatal, quienes deberán tomar medidas decisivas para enfrentar el cambio climático y asegurar la estabilidad del recurso hídrico en la entidad.
Con información de:
El Sol de Hermosillo