Mientras el expresidente Andrés Manuel López Obrador y el partido oficialista promueven una renovación de jueces y magistrados en el Poder Judicial de la Federación (PJF), en el Congreso de la Unión prevalece la inexperiencia y la falta de credenciales académicas.
Aunque en México los requisitos para ser diputado o senador no especifican un grado de estudios, una revisión de Reporte Índigo sobre los perfiles legislativos revela que las fracciones parlamentarias están compuestas por políticos sin experiencia previa en cargos legislativos o en áreas afines.
Esto contrasta con los rigurosos filtros y exámenes que deben pasar los aspirantes a cargos públicos en el Poder Judicial, además de someterse a la rendición de cuentas de su patrimonio e ingresos. Para ser impartidor de justicia, se requiere acreditar una carrera judicial con al menos 10 años de experiencia y diversas pruebas de conocimientos.
De acuerdo con un estudio de la consultora Dinamic, en la Cámara de Diputados, compuesta por 500 legisladores, el 3.6% de ellos no proporcionó información sobre su nivel educativo, mientras que el 2.4% solo cuenta con educación secundaria y el 6.4% alcanzó el nivel medio superior. Solo el 59.4% de los diputados estudió una licenciatura, pero la mayoría carece de experiencia parlamentaria previa. Solo el 22% cuenta con una maestría y el 4.2% con un doctorado.