A la mitad de su sexenio como gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya enfrenta acusaciones por sus posibles vínculos con el crimen organizado, según un informe de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Durante su conferencia de prensa semanal el pasado lunes 7 de octubre de 2024, el gobernador fue cuestionado sobre las investigaciones que lo involucran con el crimen organizado, a lo que él respondió que solo son “deseos pagados” y desestimó dichas acusaciones.
Sin embargo, un reporte obtenido por la revista Proceso demuestra el supuesto vínculo de Rocha Moya con el grupo conocido como “Los Chapitos”, una facción del cártel de Sinaloa. Según el reportaje publicado por el medio, después de la difusión de una carta en la que el Mayo Zambada aseguraba que se reuniría con Rocha Moya antes de ser detenido, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ordenó una investigación y vigilancia al gobernador por su posible relación con “Los Chapitos”.
En los documentos de inteligencia fechados en septiembre, también se menciona la vigilancia al hijo menor del gobernador, José Rocha Ruiz, quien sería el vínculo entre su padre y la facción de Los Chapitos del cártel de Sinaloa, a través de otros funcionarios como José Carlos Cárdenas Mellado, titular del Servicio de Administración Tributaria de Sinaloa (SATES).
De acuerdo con los reportes, José Rocha Ruiz y José Carlos Cárdenas Mellado son amigos desde que estudiaron juntos en la universidad en Monterrey, Nuevo León. Además, en el informe se menciona que “José Carlos (Cárdenas Mellado) y su padre tienen una larga relación con los chapitos”. Estos nuevos detalles en la investigación continúan levantando sospechas sobre los posibles vínculos del gobernador con la facción del crimen organizado.