El periodista Salvador García Soto provocó algunos calambres con su más reciente columna, donde aborda el ya mítico número 43, ahora desde una perspectiva de investigación criminal estadounidense contra políticos mexicanos que ocupan posiciones de poder en el actual régimen. La especie no es nueva. Algunos la manejan desde un punto de vista geo político, o sea que el Tío Sam iría contra personajes de países latinoamericanos, entre ellos México.
Dicen que aquí reside la verdadera razón de controlar la Santísima Trinidad en su versión política: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. ¿Para qué serviría la dogmática versión cristiana de Padre, Hijo y Espíritu Santo, cuando enfrentas problemas en el mundo terrenal?
Si por este motivo son las prisas por aprobar la Reforma Legislativa, de poco serviría si resulta cierta la versión gabacha de la Noche de los Cuchillos Largos.
He ahí el dilema: ¿Estamos ante un montaje de corte internacional o simplemente todo es verdad?
En México ya pasaron las elecciones. En Estados Unidos apenas viene lo bueno.
La historia incluye el rol de los capos del narcotráfico que enfrentan juicios en Estados Unidos y que ya están formados en fila india para rendir sus declaraciones en la búsqueda de convertirse en testigos protegidos.
En su columna, García Soto escribe que la DEA y otras agencias del gobierno de Estados Unidos investigan a 43 políticos y funcionarios de Morena y de la 4T por presuntos vínculos con el narcotráfico y financiamiento ilegal de campañas.
De acuerdo con las fuentes citadas por García Soto, la DEA ha documentado los casos de estos 43 individuos, que incluyen gobernadores, dirigentes partidistas y altos funcionarios del gobierno federal. Entre los investigados se encuentra el fallecido empresario Sergio Carmona Angulo, vinculado al Cártel de Sinaloa y quien, antes de su asesinato, habría financiado campañas de Morena. Según el columnista, las primeras acciones podrían incluir la cancelación de visas estadounidenses a los implicados, en lo que sería un fuerte golpe a la nueva administración de Claudia Sheinbaum y a la relación México-Estados Unidos.
En este mismo contexto se dice que estaría en curso una investigación del FBI considerada como una de las más importantes del año, que revela una red de financiación rusa a miles de personas en todo el mundo. Según el FBI, Rusia ha estado financiando a 2.800 personas, entre ellos influencers, políticos, periodistas, profesores, comediantes y empresarios, distribuidos en 81 países, de los cuales 600 operan en EE.UU. La inteligencia estadounidense ya tiene identificados a estos individuos.
Además, se menciona otra lista del FBI con 1.900 personas de 52 países, muchas de ellas de América Latina, que tienen cuentas en EE.UU. y están en peligro de enfrentar serios problemas legales. Esta red de financiamiento y desinformación podría superar el escándalo de Odebrecht.
Estados Unidos ha empezado a tomar medidas, como las sanciones a ejecutivos de Russia Today (RT) y la incautación de 32 dominios de internet relacionados con esta operación. Rusia tiene una fuerte presencia en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, y se especula que pronto se destaparán nombres en México, Chile, Colombia, Ecuador y Argentina.
Se destaca que la estrategia de Rusia no distingue entre ideologías políticas. En América Latina, financian principalmente a personas de extrema izquierda, mientras que en EE.UU. y Europa han apoyado a figuras de derecha. Como ejemplo, el FBI ya ha revelado nombres de cuatro influencers de derecha en Estados Unidos bajo investigación por recibir 10 millones de dólares de Rusia para producir contenido mediático.
Anticipan que pronto se revelarán los nombres de figuras de izquierda involucradas en América Latina, quienes podrían ser sancionadas internacionalmente. Sobre este plan de desinformación rusa en la región señalan que el caso apenas comienza y habrá muchas sorpresas cuando todo salga a la luz pública.