El Congreso de Estados Unidos manifestó su preocupación por la dirección de la seguridad pública en México, la cual está a cargo de militares y podría resultar en violaciones a los derechos humanos. Esta situación podría limitar la cooperación en materia de seguridad con la próxima presidente, Claudia Sheinbaum, quien asumirá el cargo el 1 de octubre.
En un documento titulado “Mexico: Key Issues for the Sheinbaum Administration and U.S.- Mexican Relations”, el Congreso de EE.UU abordó diversos temas relacionados con la próxima administración de Sheinbaum, incluyendo desafíos, perspectivas y expectativas. Se analizaron temas políticos, económicos y de seguridad, así como las reformas propuestas por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien dejará su cargo.
En particular, los congresistas estadounidenses se enfocaron en la relación entre México y Estados Unidos en cuanto a temas de seguridad. Se mencionó la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y otras reformas, como la judicial, que incluye la eliminación de siete agencias autónomas, lo que ha generado controversia.
En el documento se menciona que las preocupaciones de Estados Unidos sobre la estrategia de seguridad liderada por militares en México y su posible impacto en los derechos humanos, podrían afectar la cooperación en materia de seguridad en el futuro. Se citó la última Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas de la DEA, que señaló a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación como las principales organizaciones responsables del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, incluyendo fentanilo.
Además, se destacó que estas organizaciones también están involucradas en el tráfico de migrantes y su violencia representa una amenaza para turistas, empresas y otros intereses estadounidenses en México. A pesar de esto, los observadores sugieren que la cooperación bilateral en materia de seguridad podría mejorar, especialmente por el nombramiento de Omar García Harfuch como secretario de Seguridad Pública de México.
El documento también menciona los éxitos de Sheinbaum como alcaldesa y de su jefe de policía, Omar García Harfuch, en la reducción de homicidios a través de la vigilancia civil y el intercambio de información de inteligencia con agencias de seguridad estadounidenses. Además, se destaca la propuesta de la presidenta electa para crear grupos de trabajo binacionales en materia de seguridad, duplicar el número de investigadores federales y ampliar la Guardia Nacional.
Otro aspecto importante es que, como ministro de Seguridad Pública, Harfuch controlará el Centro Nacional de Inteligencia y se coordinará con la Guardia Nacional y otras agencias de seguridad estatales, muchas de las cuales están dirigidas por ex oficiales militares. Aunque se espera una posible mejora en la cooperación, el Congreso de EE.UU sigue mostrando su preocupación por la seguridad en México bajo el mando de militares.