La “pausa” que el gobierno de México mantiene en sus relaciones con España escala de manera rápida a convertirse en un posible “rompimiento”, a pesar de que el futuro canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, tenía entre sus prioridades recuperar la buena relación. En ese mismo dilema debe estar el próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien aspiraba a consolidar al país europeo como el segundo mayor inversionista de México.
El 21 de junio pasado, en una entrevista para mi programa Noticias de la Mañana, en El Heraldo de México, Juan Ramón de la Fuente relató que la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, recibió más de 40 llamadas de felicitaciones de jefes de Estado y que la comunicación con el presidente Pedro Sánchez fue “larga y cordial, ya que hay una relación histórica con España”. El designado secretario de Relaciones Exteriores agregó que “en la diplomacia, el diálogo es el gran instrumento”.
«Hay que entender que a veces las relaciones internacionales pasan por momentos de tensión», me dijo De la Fuente, para después confirmar que mejorar las relaciones con España era una prioridad.
Ahora, con el exabrupto por la “no invitación” del Rey Felipe XV a la toma de protesta de Sheinbaum y el mensaje de Pedro Sánchez sobre la decisión “inexplicable” e “inaceptable” del gobierno mexicano, quedó claro que, como en otros muchos temas y decisiones, la próxima Presidenta de la República tuvo que recular; en este caso ante uno de los estigmas ideológicos más profundos de Andrés Manuel López Obrador y de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.
En el caso de Ebrard ya había quedado claro, desde los primeros meses del 2019, que la solicitud de López Obrador a la Corona Española para pedir disculpas por las vejaciones cometidas durante la Conquista siempre le pareció una “ocurrencia”.
El hecho es que De la Fuente y Ebrard tendrán que ser otra vez los “bomberos” de esta hoguera atizada por López Obrador a partir del próximo martes, pues el comunicado que emitió el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación se lee como una declaración de guerra, en el entendido de que el gobierno de Pedro Sánchez tuvo que salir a dar una postura enérgica que apacigüe los ánimos del pueblo español, sobre todo los de aquellas fracciones que cuestionan la prevalencia de la monarquía.
A pesar de que la “pausa” se declaró en el discurso desde el 2022, la relación de México con España se mantiene en una tensa normalidad, por lo menos en las cuestiones diplomáticas. No obstante, la enorme inversión de las empresas españolas en territorio mexicano sí ha sufrido un decremento en el sexenio de López Obrador. Desde un promedio de 50 mil millones de euros de inversiones anuales, la Cámara Española de Comercio apunta a que éstas se redujeron a unos 25 mil millones.
Las cifras de la Secretaría de Economía exponen que en los primeros seis meses del 2024 recibieron de España apenas 200 millones de euros, una caída de 94% con respecto al primer semestre de 2023. El estrepitoso descenso es resultado de la incertidumbre generada por un periodo de elecciones, pero contrasta con la tendencia que registraron los flujos de capital provenientes de otros países.
La ausencia de las inversiones españolas en México se notan más en el sector de energía, en el que las empresas ibéricas llegaron a posicionarse por arriba de las de socios comerciales más relevantes, como Estados Unidos y Canadá.
Iberdrola es un ejemplo de esos jugadores que llegaron a posicionarse como los más grandes del sector energético, impulsados sobre todo por los gobiernos panistas y priistas. Al final no le fue mal: en uno de sus desplantes nacionalistas, el presidente López Obrador ordenó desembolsar más de 6,200 millones de dólares para adquirir 12 plantas de ciclo combinado y un parque eólico a la empresa, que se fue muy contenta con su efectivo, a cambio de entregarle al Estado mexicano una infraestructura a punto de ser obsoleta.
Posdata 1
El martes por la tarde pasó desapercibida la aprobación de los Lineamientos Generales a los que deberán sujetarse las escuelas de todos los niveles en la “preparación, distribución y el expendio de los alimentos y bebidas”. Si bien se había retrasado su publicación, llama la atención que esta se haya dado a seis días del fin de sexenio y que se hayan otorgado únicamente 24 horas a la industria para formular alguna respuesta.
El contexto es que en diciembre de 2023 se aprobó una reforma a la Ley General de Educación que prohíbe la venta de alimentos considerados “chatarra” en las escuelas, principalmente aquellos productos procesados con altos niveles de sodio, azúcares o grasas. La SEP, en conjunto con la Secretaría de Salud, se encargaron del diseño y publicación de los nuevos Lineamientos, los cuales ya fueron aprobados y las industrias prácticamente no tendrán tiempo de analizarlos ni de emitir una opinión.
Otra cosa que llama la atención es que la normatividad se endureció, pues ahora se prohíben todos los productos que contengan los sellos y las leyendas que incluye el sistema de etiquetado frontal de advertencia e incluso otros que no lo tienen. Por ejemplo, en la publicación de los Lineamientos dice que “no se recomienda el consumo de cereales con azúcares añadidos o edulcorantes, mejor conocidos como cereales de caja, aun cuando no tengan los sellos o las leyendas que incluye el sistema de etiquetado frontal de advertencia”.
Y además de los productos procesados, se identifica una lista de alimentos considerados “no saludables”, tales como “pizzas, hot dogs, hamburguesas, quesadillas, sopes, tacos dorados, tacos sudados, chilaquiles fritos, gorditas, sincronizadas con jamón, tamales, burritos y preparaciones con base en embutidos como salchicha, chorizo, longaniza, salami, jamón”, entre otras. Es decir, buena parte de la gastronomía mexicana.
Este jueves, organismos del sector privado planean hacer un llamado a las autoridades para otorgar una prórroga y revisar los Lineamientos. Muchos ven la mano “muy visible” del exsubsecretario Hugo López-Gatell, ahora asesor de Salud de la Presidencia. La última y nos vamos, diría el clásico.
Posdata 2
A pesar de que la oposición votó en contra de la llamada “militarización” de la Guardia Nacional, y que las posturas de los legisladores llegaron a los insultos, como los que profirió el expanista –convertido a morenista–, Ricardo Sheffield, contra Lily Téllez, uno que no sólo salió bien librado, sino que recibió el apoyo de las bancadas del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, fue Omar García Harfuch, quien a su vez pidió licencia para tomar protesta como secretario de Seguridad federal el próximo 1 de octubre.
Durante la discusión, algunos de los posicionamientos de la oposición, tanto públicos como privados, fueron de reconocimiento al nombramiento de García Harfuch como titular de la Secretaría que se encargará de delinear la política de seguridad, sobre todo echando mano de recursos de inteligencia y la coordinación con secretarías de seguridad estatales y fiscalías.
Durante su intervención en el Pleno del Senado, García Harfuch dijo que se debe adoptar una visión de seguridad a largo plazo para garantizar resultados efectivos y llamó a fortalecer las instituciones de seguridad para lograr la pacificación de México.
A García Harfuch se le vio en pláticas con senadores como el vicecoordinador del PAN, Enrique Vargas; con Manlio Fabio Beltrones, del PRI; y el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda.
Posdata 3
El próximo domingo tomará protesta Adrián de la Garza como alcalde de Monterrey. Postulado por la alianza “Fuerza y corazón por Nuevo León”, que conformaron los partidos PRI, PAN y PRD, el priista ganó con una diferencia de alrededor de 40 mil votos a Mariana Rodríguez, esposa el gobernador Samuel García, cuya popularidad y carrera política ha caído en picada desde su intento por obtener la candidatura presidencial, envuelto en escándalos de presunta corrupción, tráfico de influencias y enriquecimiento inexplicable.
De la Garza será presidente municipal por tercera ocasión y es considerado la némesis del gobernador Samuel García. Su influencia en el congreso estatal augura más choques con el mandatario estatal y hasta un posible intento de desafuero para intentar ser llevado a rendir cuentas. Ya se verá.