Tras recordar la presencia de los titulares del Poder Judicial en las tomas de posesión de los últimos dos presidentes de la República, en este espacio preguntábamos ayer si la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, sería invitada y si asistiría a la sesión de Congreso general en la que Claudia Sheinbaum asumirá como la primera presidenta de México. El misterio republicano se despejó: nos dicen fuentes judiciales que no solamente acudirá doña Norma, sino que estarán presentes los otros 10 integrantes del pleno del Máximo Tribunal y ya hasta hay un espacio especial designado en el salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro. Lo que no se ha determinado, nos cuentan, es si la ministra presidenta estará junto a la Presidenta entrante, como ocurrió hace seis y doce años, o se quedará abajo con sus compañeros de la Corte.
Nos hacen ver que el INE tendrá que tomar definiciones sobre su presupuesto para el próximo año, aunque la legislación secundaria de la reforma judicial podría tardar un par de meses más. Así que para calcular los recursos que necesitarán para organizar la complicada elección de ministros, magistrados y jueces, los consejeros electorales tendrán que hacer estimaciones de lo que necesitarán para llevarlas a cabo y confiar en que no les cambien las reglas del juego a mitad del partido. Menudo reto para el órgano electoral. Si a la mera hora las cosas no salen como se imaginaron los legisladores al aprobar en fast-track una reforma con tantas consecuencias, ya se sabe a quién le echarán la culpa.
El 15 de octubre será cuando liquiden a los pocos trabajadores que quedan en las instalaciones del extinto Partido de la Revolución Democrática, que perdió su registro en los comicios del 2 de junio. Sus sedes, tanto la de la avenida Benjamín Franklin como la de la avenida Monterrey, pasarán a manos del INE, que encabeza Guadalupe Taddei. Nos comentan que al último dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, no lo quieren ver ni en pintura en los 13 estados en que el partido conserva registro local, porque lo consideran el causante de la debacle. Descanse en paz el partido que hace no mucho fue referente de la izquierda democrática en el país.
Ya encarrerados tras los cambios del último tramo del sexenio que dejan una serie de frentes abiertos a la próxima administración federal, nos cuentan que en el gobierno saliente se aplicaron para continuar la máxima morenista de “Juntos hagamos historia”, por lo que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se aseguró esta semana de publicar en el Diario Oficial de la Federación una declaratoria que instituye el Día Nacional de la Vainilla, que se celebrará cada 16 de diciembre. No es que se desconozca la importancia de ese cultivo del que México fue único productor durante tres siglos, pero lo que no está claro es qué beneficio traerá la conmemoración. Por lo pronto, se puede borrar el Día de la Vainilla de la larga lista de pendientes para el campo.