Son alimañas de distinto calibre. La democracia nunca estuvo en su código genético. Tampoco la honestidad. Ambos principios fueron solo pequeños gustos que se permitieron; algo que probar, mas nada que hacer propio.
A continuación la nueva regla para México a partir de ahora; más nos vale conocerla: ‘la voluntad popular solo será tomada en cuenta si le favorece a la 4t; de otra forma, se utilizarán argucias para anular votaciones, decisiones, elecciones; a la realidad misma’.
Y vaya que el régimen abusa de su poder; ¡de sus compadrazgos! Aquello de que no se aceptarían los amiguismos quedó en pura labia. Además hacen gala de ello; no se esfuerzan por ocultarlo. Todo lo contrario, pues la estrategia ha sido “conectar” con el pequeño tirano que cada mexicano lleva dentro. Lo hicieron excelsamente.
Espero haber dejado en claro en mi columna anterior aquí, en SDPnoticias, que morenistas y simpatizantes están convencidos de que han arribado a en un estadio superior al de la democracia liberal. Que están ensoberbecidos y no piensan cuidar las formas. No tienen por qué hacerlo; ya no hay nada ni nadie que pueda impedírselos. Fueron, van e irán por todo.
Este fin de semana, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México anuló la elección de la alcaldía Cuauhtémoc, arrebatándole el triunfo a Alessandra Rojo de la Vega. Poco importó que ya le hubieran dado su constancia de mayoría, que se hubieran contado los votos cinco veces —no una, ni dos, ni tres, ni cuatro— y que en cada ocasión la diferencia resultante fuera más y más amplia a favor de la candidata de la oposición.
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Es simple, por lo que aconsejo no intentar construir o dar por bueno otro razonamiento: a Ricardo Monreal y a su hija Caty no les gustó perder y hacen lo que mejor saben hacer, abusar del poder.
El maestro de Derecho Constitucional de la UNAM hace añicos el derecho y la democracia. Habla de defender la reforma judicial para “evitar la corrupción”, mientras violenta el derecho al voto, la legalidad, ¡y a una mujer! Eso sí, dado que el absurdo del obradorismo no conoce límites, el compadre del diputado Monreal, el magistrado electoral Armando Ambriz, usó su voto de calidad argumentando que se ejerció ‘violencia de género’ en contra de su ahijada Monreal. Ambriz debía haberse excusado de este proceso de resolución por evidente conflicto de interés.
No conformes con desconocer la voluntad popular, la autodenominada Cuarta Transformación usa el tema ‘violencia de género’ como le viene en gana. Culpa a Alessandra de ejercerlo. ¿Pruebas? Ninguna. Plan con maña: al acusarla a ella la quitan del camino; una violentadora de mujeres no puede aspirar a un cargo popular, por lo que de repetirse las elecciones, Rojo de la Vega no podrá contener. No, si a estos malos bichos no se les va una.
Hay más. Corríjanme si me equivoco: ¿no fueron los Monreal y Regeneración Nacional quienes protegieron y postularon a Félix Salgado Macedonio, acusado de violar a cinco mujeres, dos de ellas menores de edad, para reelegirse como senador? ¿Los mismos que impugnaron y contradijeron al Tribunal Electoral federal cuando sentenció que López Obrador ejerció violencia política de género contra Xóchitl Gálvez?
Desde hace tiempo que este gobierno se ha aficionado al poder; compra jueces, ministros y magistrados. Por ello, así sea para quedar en el registro, tomemos nota del uso faccioso que hace Morena de la ley; de su agandalle y de su nula autocrítica.
Fuera de eso, no hay más que decir.