Tras las lluvias provocadas por el huracán John, que han afectado gravemente al estado de Guerrero, en la ciudad de Acapulco, los habitantes se encuentran cansados y considerando la posibilidad de mudarse. Jorge Forte, residente de la Unidad Habitacional Vicente Guerrero 2000, una de las colonias más afectadas, declaró que él y su familia están buscando opciones para dejar la ciudad que en los últimos años ha sido golpeada por huracanes y tormentas tropicales.
Con el agua llegando hasta la cintura en su hogar, Jorge señala que es una decisión que debe tomar en conjunto con su esposa e hijos. “Otra ciudad donde no haya desastres naturales ni delincuencia, donde podamos estar seguros. He estado investigando opciones, pero es una decisión que debo tomar en familia”, comentó frente a su casa ubicada en la calle Río Copala.
Durante un recorrido en lancha por la zona, Jorge invitó a los periodistas de EL UNIVERSAL a ingresar a su hogar para mostrar la magnitud de la inundación causada por las lluvias continuas de la semana pasada. A sus 60 años, Jorge es un jubilado del aeropuerto de Acapulco y se lamenta al ver sus muebles, electrodomésticos, aparatos electrónicos y dos vehículos completamente dañados.

Con una trayectoria de 36 años viviendo en esa casa, Jorge relata que nunca había visto una inundación tan grande. “En otra ocasión hubo una inundación, pero no como esta. Fue por los días consecutivos de lluvia. Además, no podemos sacar nada porque no hay dónde tirarlo. Tendré que reportar los daños al seguro para que se encarguen de la remoción de escombros”, explicó.
Mientras muestra la sala y el comedor de su hogar completamente inundados, Jorge revela que ya compró chalecos salvavidas y tablas para flotar en caso de que el agua siga subiendo en su colonia. Lamentablemente, se pronostica una nueva depresión tropical que podría afectar la zona en los próximos días. “Fuimos al centro comercial a comprar chalecos salvavidas y tablas para flotar. Si el agua sigue subiendo, tendré que abandonar mi casa definitivamente”, señaló.
Don Jorge también expresó su preocupación ante la negligencia del gobierno y sus pronósticos de lluvias más fuertes cada año debido al calentamiento global. “Con el huracán Otis dijeron que esta temporada iba a ser garrafal. Por eso, muchos condominios y propiedades en Punta Diamante y en la costera de Las Palmas no han sido reparados después de los últimos desastres. Esto es una catástrofe y mucha gente con dinero ha decidido no invertir más en estas propiedades”, afirmó.
Finalmente, Jorge confesó que gran parte de su sueldo como controlador aéreo fue destinado a construir una bonita casa para su familia, que ahora se encuentra inundada mientras él considera dejar Acapulco ante la posibilidad de futuros desastres naturales.