Nos aseguran que la ausencia del senador de Movimiento Ciudadano Daniel Barreda Pavón en la sesión en la que se aprobó la reforma judicial del presidente López Obrador, sí fue parte de una negociación para desactivar las acciones penales de la fiscalía de Campeche contra el padre del legislador, Daniel Barreda Puga, y una orden de aprehensión contra el exalcalde de la capital de ese estado, Eliseo Fernández Montúfar, acusado de presunto desvío de recursos públicos, quebranto al erario y enriquecimiento ilícito. Nos hacen saber que el senador cedió a las presiones con tal de librar a su padre y a su amigo de la persecución judicial, y que parte del acuerdo establecía que Barreda Pavón tenía que interrumpir cualquier canal de comunicación con la dirigencia y la bancada de MC en el Senado. Ello explica que el líder del grupo parlamentario, Clemente Castañeda denunció insistentemente que el legislador campechano estaba retenido e incomunicado. Nos comentan que la estrategia para evitar la asistencia de Barreda al Senado fue el plan B de Morena por si el panista Miguel Ángel Yunes los traicionaba y votaba contra la reforma judicial. ¿De dónde habrá sacado Morena la idea de que Yunes los podría traicionar?
La tarde de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía planeado reunirse en Palacio Nacional con los senadores que votaron y aprobaron su reforma al Poder Judicial, para festejarlos y agradecerles que le hayan dado ese gran regalo días antes de dejar el cargo. Los legisladores de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, encabezados por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López, iban a ser recibidos en el Salón Tesorería, tras haber cumplido, con ayuda de dos experredistas, un panista y un emecista, la encomienda presidencial. Sin embargo, de última hora, la reunión se canceló y se dijo que habrá una nueva fecha para realizarla. ¿Cuando se retome la reunión, serán convidados a ella los hoy expanistas Yunes, padre e hijo, y el senador de MC, Daniel Barreda? Nos dicen que invitarlos sería lo justo, pues ellos también cooperaron para el regalo del Presidente.
Los senadores aún no llevan ni 15 días laborando y ya se otorgaron una semana de descanso con motivo de las fiestas patrias, luego de la maratónica sesión para aprobar la reforma judicial. La nueva legislatura fue inaugurada el 1 de septiembre, por lo que llevan cuatro sesiones del pleno. El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, convocó a los senadores a la próxima sesión, que será hasta el próximo miércoles 18 de septiembre. Hacer historia cansa, nos dicen.
Y metidos en temas del Senado, nos dicen que varios senadores, incluso oficialistas, se preguntan de quién fue el error de no solicitar un mayor número de elementos de seguridad y vallas metálicas para resguardar la sede de Reforma e Insurgentes. Nos dicen que quizá pudo ser una novatada del presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, o también, un descuido de la Secretaría General de Servicios Parlamentarios de la Cámara Alta. El caso, nos señalan, es que alguien no tomó las precauciones correspondientes ante las manifestaciones, al designar sólo a tres funcionarios en la puerta que fue vulnerada por los inconformes con la reforma al Poder Judicial, y cuya intrusión a la sede legislativa terminó con la irrupción en el salón de plenos y originó que los senadores tuvieran que terminar la sesión en una sede alterna.