Llegó el “regalo” que Mario Delgado quería darle al presidente López Obrador antes de que se termine oficialmente su mandato en 26 días.
Al cierre de esta columna, los diputados de Morena y sus rémoras, empoderados por su “supermayoría” artificial –cortesía de los órganos electorales– se apresuraban a aprobar, en lo general, la reforma al Poder Judicial.
La envoltura y el moño se lo van a poner los senadores los próximos días.
La sesión se llevó a cabo en sede alterna. Los grupos parlamentarios tuvieron que reunirse en la Sala de Armas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca.
A los diputados les fue imposible sesionar en San Lázaro. Desde la madrugada, trabajadores del Poder Judicial bloquearon todas las puertas de acceso al Palacio Legislativo.
Los trabajadores llevan más de dos semanas en paro contra la elección de los juzgadores, el tribunal de disciplina, el sometimiento del sistema judicial al Ejecutivo.
AMLO se aferró a la reforma, a pesar de la lluvia de advertencias que han lanzado reconocidos expertos en derecho sobre los riesgos de elegir a los juzgadores y la amenaza de que el crimen organizado se meta por esa puerta que le abrió el oficialismo.
En su necedad, puso “en pausa” la relación con quien fue su amigo: Ken Salazar. El embajador de EUA se atrevió a señalar que la reforma “es un riesgo para la democracia”.
Y lo es.
*Fuera de la Ciudad Deportiva se manifestaban estudiantes de facultades de derecho de diversas universidades, acompañados por magistrados que están contra la reforma.
Se concentraron frente a la puerta seis. Vallas, puertas cerradas, granaderos del gobierno de Martí Batres no los dejaron avanzar ni un centímetro más.
La respuesta de los manifestantes fue bloquear Viaducto Río de la Piedad en ambos sentidos, lanzar consignas, levantar pancartas:
“¡México, despierta, la dictadura está en la puerta!”. “¡Yo sí trabajo, no hago mañaneras!”. “Sin Poder Judicial, quién te va a amparar”. “Poder Judicial, contrapeso nacional”.
Entre los estudiantes estaba Miguel Bonilla, un magistrado de circuito que los asesoraba. Nos acercamos a platicar con él sobre el procedimiento que se llevaba a cabo.
Nos dijo: “Mal que bien hay dos suspensiones emitidas por jueces de distrito para evitar que se lleve a cabo este procedimiento. Puede ser que esté mal, pero están vigentes. Hay que combatirlas por la vía legal… Si no lo están haciendo, están violentando una orden judicial”.
José Mario de la Garza, estudiante de la Libre de Derecho, criticó la fortaleza que se montó alrededor de la Sala de Armas de la Magdalena Mixiuhca.
“Eso los pinta de cuerpo completo. Están tratando de reformar la Constitución y el sistema de justicia a puerta cerrada, con granaderos, con cadenas, con candados. ¿De qué se trata? ¿No presumen de ser los más demócratas, los más plurales, los más republicanos?”.
*La discusión de la reforma inició pasadas las 4 p.m. con la participación de toda la oposición.
Antes de iniciar el debate, Germán Martínez, diputado del PAN, pidió que se suspendiera el procedimiento.
Miró hacia donde estaban los diputados oficialistas y previno: “Se están dando un balazo en el pie. Esos jueces populares van a andar persiguiendo a los gobernadores de Morena. Evo Morales fue perseguido por jueces populares… No se vale hacer un comité de salud pública de terror”.
Martínez revisó la historia de México y encontró que, en 1843, cuando Santana estaba en el poder, fue la única vez que existió un tribunal de disciplina.
“Este tribunal de disciplina judicial atenta contra la carrera judicial, contra los alumnos que estudian derecho, contra los jueces, contra los magistrados. Esto es santanismo judicial.
Ya en pleno debate, Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, expuso las razones que llevaron a AMLO a proponer el plan C: “Una, por la intromisión grosera del Poder Judicial en las decisiones del Poder Legislativo y la segunda, porque en el Congreso de la Unión no logró (en la legislatura pasada) la mayoría calificada y le fueron rechazadas reformas fundamentales.
La diputada Paulina Rubio Fernández fue la primera en posesionar al PAN. Estuvo arropada por compañeros de bancada que se colocaron detrás de un manta grande que decía “Sin justicia no hay futuro.”
“Les brindaron (a los oficialistas) una mayoría que no les corresponde y ¿saben por qué se las concedieron?, porque hoy es el pago, los van a dejar en el Tribunal Electoral hasta el 2027 y permitirles ser candidatos a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”. Se vale sobar.
Jérico Abramo Masso fijó postura por el PRI. Pidió: “No rompamos el equilibrio democrático. Puede tomarnos una generación completa para que logre restituir lo que ya teníamos. Las hijas y los hijos de los mexicanos serán las principales de un sistema de poder absoluto”.