Durante su sexto informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que la economía de México creció un 1%, una cifra por debajo de lo prometido durante su campaña presidencial en 2018, cuando se comprometió a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 6%. Sin embargo, López Obrador calificó esta cifra como “verdaderamente excepcional” considerando el impacto de la crisis de Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania.
En respuesta a las críticas de los analistas económicos sobre el modesto crecimiento, López Obrador mencionó las ventajas de México en cuanto a su ubicación y cercanía con Estados Unidos, el país con el mayor número de consumidores en el mundo. Además, destacó que durante su mandato se logró un crecimiento inclusivo y redistributivo, lo que contribuyó a la reducción de la pobreza en el país.
Sin embargo, expertos como el exgobernador del Banco de México (Banxico) Gerardo Esquivel, señalan que el crecimiento de la economía mexicana en términos per cápita será prácticamente nulo y que este será el más bajo desde la administración del presidente De la Madrid en los años 80. A pesar de esto, reconocen que hubo una reducción de la pobreza gracias al enfoque inclusivo en el crecimiento económico.
El Banco de México y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han ajustado sus proyecciones de crecimiento económico para México, reduciendo significativamente las estimaciones anteriores. Según estos informes, la economía mexicana ha mostrado signos de debilidad estructural, reflejados en el acumulado de un 1.8% de crecimiento en el año. A pesar de estos obstáculos, López Obrador destaca que el crecimiento económico ha sido positivo y continuará trabajando para mantenerlo en alza.