Nos comentan que solo un grupo de personas ayer era más feliz en la Ciudad de México que la virtual alcaldesa en Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, cuyo triunfo en la pasada elección fue ratificado por el Tribunal Electoral luego de que fue impugnado por la candidata de Morena Catalina Monreal. Irónicamente, quienes celebraron el fallo fueron morenistas que se oponían a que la dinastía Monreal, integrada por Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena; David Monreal, gobernador de Zacatecas, y Saúl Monreal, exalcalde de Fresnillo, y actual senador, siguiera acumulando poder. Estos morenistas, con viejas cuitas con don Ricardo, señalaron que David ha tenido un trabajo muy deficiente al frente del gobierno de Zacatecas y que Saúl dejó la alcaldía sumida en la violencia para venir a la capital a gozar de la paz de su escaño, por lo que habría sido un muy mal mensaje que con esas credenciales otro miembro de la dinastía lograra llegar a una alcaldía sin haber ganado en las urnas y por medio de un fallo judicial.
Primero fue voto o bote, y el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, optó por dar el voto a favor de la reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ahora, en la bancada panista, donde ya nadie lo quiere tener, aseguran que esta vez la táctica cambió, pasó de la amenaza al premio. Aseguran que justo antes de que volviera a votar por una reforma de AMLO —esta vez fue la que autoriza que la Guardia Nacional quede adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional— Yunes recibió el apoyo de Morena para llegar al cargo de secretario de la Comisión de Justicia del Senado. Nos hacen ver que aún hay más de una docena de reformas constitucionales lopezobradoristas en las que se requiere el voto de Yunes para ser aprobadas, por lo que el veracruzano acabará por ser el senador más valioso de la Cuarta Transformación.
Nos aseguran que los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa se encuentran divididos: unos siguen mostrando su apoyo al gobierno de la autollamada Cuarta Transformación, mientras que otros simplemente se sienten decepcionados de este gobierno en el que confiaban y tenían esperanza de que resolviera el caso Iguala. Pero nos mencionan que a pesar de la división que existe al interior del grupo, se llegó al acuerdo de mantenerse unidos para seguir exigiendo la verdad sobre el paradero de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. 10 años, y ni el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, ni el morenista de Andrés Manuel López Obrador han hecho justicia.
Con la licencia otorgada a la senadora morenista Ernestina Godoy para que asuma la próxima semana la Consejería Jurídica del Ejecutivo, en el gobierno de Claudia Sheinbaum, el Partido Verde tendrá un escañó más, ya que Karen Castrejón, su dirigente nacional, es la suplente de Godoy. Sin embargo, no crecerá la bancada del Verde que encabeza Manuel Velasco, pues comentan en el Senado, que Morena le quitó “a la mala” a sus aliados verdes a la senadora oaxaqueña Laura Estrada Mauro. Así que, con la llegada de Castrejón, el partido del tucán volverá a tener los 14 senadores que tenía al inicio de la nueva Legislatura. Mientras tanto, Morena, el partido en el poder, ha movido sus piezas para hacer crecer su grupo parlamentario que, de 60 escaños, ya aparece en la página oficial del Senado con 66 legisladores, entre ellos los dos “perredistas huérfanos” que adoptó: José Sabino Herrera y Araceli Saucedo.