El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado una nueva normativa que busca prohibir la circulación y venta de vehículos chinos y rusos en el país. Esta medida responde a preocupaciones por la seguridad nacional, ya que se teme que empresas de dichos países puedan acceder a datos privados y manipular los vehículos de forma remota. La normativa también busca proteger a los usuarios de posibles ciberataques.
La propuesta ha sido publicada y se abrirá un periodo de 30 días para recibir comentarios del público y la industria automovilística. La normativa entraría en vigor antes de que Biden abandone la Casa Blanca en enero de 2025. Se busca evitar que empresas chinas y rusas accedan a datos de conductores e infraestructuras en Estados Unidos, y se prohíbe específicamente la importación y venta de vehículos con tecnología relacionada a estos países, así como de vehículos autónomos.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, afirmó que los coches modernos cuentan con tecnologías que los hacen vulnerables a ciberataques o manipulaciones por parte de terceros. Se espera que la normativa entre en vigor en 2025, pero los fabricantes de automóviles tendrán hasta 2029 para adaptarse a las nuevas restricciones en su software y hardware. La medida se aplicará a todos los vehículos de carretera, excluyendo solo aquellos que no circulan por vías públicas. Se espera que esta medida ayude a prevenir riesgos para la seguridad nacional y privacidad de los usuarios.