La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma judicial con 359 votos a favor y 135 en contra en una sesión realizada en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca. Una de las disposiciones más controversiales de la reforma es la posibilidad de que jueces, magistrados y ministros no necesariamente sean egresados de la carrera de Derecho, lo que ha generado preocupación en diversos sectores.
La sesión fue trasladada a esta sede alterna tras la toma del recinto legislativo y se llevó a cabo entre críticas por la falta de garantías en el proceso de votación. Diputados del Partido Acción Nacional denunciaron que no se verificó la identidad de quienes votaban, ya que el pase de lista se realizó en hojas de papel y las votaciones se llevaron a cabo a mano alzada, sin comprobar que los presentes fueran legisladores.
La reportera Maru Rojas informó en el noticiero de Ciro Gómez Leyva que, a pesar de las dudas y reclamos de la oposición, la mayoría calificada se alcanzó, lo que permitió la aprobación de la reforma. Entre las reservas aprobadas, destaca la inclusión de un lenguaje incluyente en el dictamen, así como una liquidación de tres meses de salario para jueces y magistrados que decidan no continuar en sus funciones tras la entrada en vigor de la reforma.
El proceso se realizó entre críticas de los diputados del Partido Acción Nacional quienes señalaron que no se garantizó que todos los presentes fueran legisladores, dado que el pase de lista se hizo en hojas de papel. Además, algunos diputados cuestionaron el hecho de que las votaciones se realizaran a mano alzada sin verificar la identidad de quienes levantaban la mano.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, defendió la medida y destacó la importancia de abrir la convocatoria para jueces y magistrados más allá de los egresados de Derecho, señalando que otros perfiles pueden enriquecer el sistema judicial.