Andrés López Beltrán ya prepara su primera incursión de corte político al interior de Morena. Según mencionan en Palacio, acompañará a su padre a su última gira al Tren Maya y allí tendría un encuentro con gobernadores de la 4T en las ruinas mayas de Chichen Itza, en el estado de Yucatán.
Es un movimiento calculado porque Andy conoce que a varios gobernadores no les termina de convencer el papel que el tendrá como número dos de Morena. El encuentro busca distender esas resistencias.
Tiene lógica que la geografía sea Yucatán porque es un estado donde Andy tendrá mucho peso por el papel que jugó en el financiamiento de la campaña de Huacho Díaz.
El diagnóstico entre los gobernadores similar: conocen de la voracidad del hijo del presidente y no quieren que sea un factor de peso político en la cotidianidad de sus estados. “No tengo problema en darle negocios, pero la política en mi estado la hago yo”, susurran entre los mandatarios estatales.
LPO anticipó que, justamente, fueron los gobernadores los primeros en conocer, de boca del presidente, el futuro político de su hijo.
El ascenso de Andy también deja fuera de la jugada a Luisa María Alcalde que tiene un periplo curioso con el hijo del presidente. En Trabajo quien verdaderamente manejaba la Secretaría era Marat Bolaños, amigo de Andy, en Segob es Arturo Medina, también cercano a la familia presidencial y ahora en Morena será directamente el hijo más político del presidente.
