Nos hacen notar que ayer, durante la reunión plenaria de senadores de Morena, el coordinador de la nueva bancada morenista en el Senado, Adán Augusto López, acusó que hubo presiones en contra de los dos perredistas quienes finalmente se sumaron al oficialismo. “Seguramente enfrentaron presiones, amenazas, ofertas”, dijo el tabasqueño. Sin embargo, no quedó claro de dónde vinieron los cañonazos, y de cuánto fueron. Por las dudas, ambos, la senadora Araceli Saucedo y el senador José Sabino, rechazaron haber recibido algún cañonazo y aseguraron que dejaron el extinto PRD para integrarse por convicción propia a la aplanadora legislativa de Morena, que, con esos dos fichajes, pone a la bancada oficialista a solo un escaño de tener mayoría calificada.
Nos dicen que el todavía diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña, anda feliz, feliz, feliz, como niño con juguete nuevo porque será el presidente del Senado de la República. Pero nos comentan que dentro de Morena hay quienes no comparten esa felicidad. Aseguran que para que don Gerardo pueda sentarse en la silla del presidente del Senado, su designación debe ser aprobada por el pleno de la Cámara alta. Habrá que ver si toda la bancada de Morena se alinea y vota en favor de Fernández, quien llega con la bendición de la próxima presidenta de la República, Claudia Sheinbaum. Será la primera prueba para que el coordinador de la bancada, Adán Augusto López, muestre el control y consiga un voto unánime y que nadie se salga del huacal.
Ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió en Palacio Nacional al gobernador saliente de Jalisco, Enrique Alfaro (MC), quien aprovechó para darle al Ejecutivo una despedida con palabras que ya quisiera Dante Delgado, líder moral del partido naranja, recibir. “Nuestra historia ha sido larga y compleja, pero yo siempre he reconocido en él (AMLO) a un líder político con el que me formé y sin el que sería imposible explicar todo lo que logré en mi carrera. Cerrar este ciclo platicando con él en este lugar es una experiencia que nunca olvidaré”. ¿Será que pronto veremos a don Enrique dentro de la autollamada Cuarta Transformación?
Nos cuentan que ayer fue elegida la diputada morenista Ifigenia Martínez como presidenta de la Mesa Directiva, en San Lázaro, para la siguiente Legislatura, y ella será quien entregue la banda presidencial a la presidenta Claudia Sheinbaum. Ricardo Monreal, quien será coordinador de la bancada de Morena, dijo que doña Ifigenia estará el primer año, sin embargo, la política nonagenaria dejó en claro que no está segura de que así sea: “Ahí no lo he pensado todavía con calma. Ya lo iremos pensando”, contestó a pregunta expresa. Pero cuando a Monreal se le preguntó si a Olga Sánchez Cordero no la habían considerado para ser vicepresidenta de la Mesa Directiva, afirmó: “Sánchez Cordero va a ser la presidenta, ¡ah no!, Ifigenia”. ¿Fue un momento de honestidad, o simplemente se resbaló al zacatecano?