El miércoles comenzó el registro de los nuevos diputados federales que integrarán la 66 Legislatura y muchos políticos llegarán a San Lázaro convertidos a la fe del movimiento de la autollamada Cuarta Transformación y que abandonaron sus antiguos partidos o movimientos para ser parte de la aplanadora morenista. Entre ellos están Manuel Espino, quien fue dirigente del PAN, se acercó al gobierno de Enrique Peña Nieto, luego pasó a Movimiento Ciudadano, rompió con ellos, y acabó siendo funcionario del actual gobierno federal; ahora será diputado federal de Morena por Durango. Le sigue Víctor Hugo Lobo, experredista, exalcalde y hasta excoordinador de la bancada del Sol Azteca en el Congreso de la Ciudad de México, quien estará en la bancada de Morena. Otra es Mónica Fernández, exdiputada local del PRI, y quien votó a favor de la ratificación de la exfiscal, Ernestina Godoy, la expulsaron y será una flamante diputada de Morena. También está el caso de Mariana Benítez, exdiputada federal del PRI y funcionaria del tricolor, será diputada de Morena por Oaxaca. Sergio Mayer, el actor y exdiputado federal de Morena que rompió con la 4T, e incluso criticó fuertemente a AMLO, pero que ahora regresa al redil. Nos dicen que esas son muestras claras de que la fe en la 4T mueve montañas, y los huesos políticos aún más.
La reforma profunda del PRI que anunció Alejandro Moreno en su toma de protesta como presidente reelecto del partido, por lo pronto parece que solo se trata de cambios cosméticos. Nos comentan que ya hay sobre la mesa la propuesta de cambiarle el nombre, logotipo y hasta los colores que lo identifica desde su fundación. Entre los priistas hay puntos de vista encontrados, pues algunos piensan que, si bien la marca está devaluada y desacreditada, recuperar la confianza de los electores requiere de otro tipo de cambios, empezando por la honestidad de sus líderes y no por cambios en la paleta de colores o en diseños del logotipo. Aseguran que, aunque Alito se vista de seda, Alito se queda.
Muy agradecido estuvo ayer el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, con el presidente López Obrador. Don Rubén ha recibido un espaldarazo total del mandatario ante los señalamientos del capo del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, quien dijo que el día que fue secuestrado y llevado hacia Estados Unidos, había sido convocado a una supuesta reunión con don Rubén, en la que también participarían el narcotraficante Joaquín Guzmán López y el diputado federal electo, y exalcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén, quien fue asesinado. Sin embargo, el agradecimiento del gobernador Rocha al Presidente, no tuvo que ver con el caso de “El Mayo”, sino que aprovechó la presencia del AMLO en Sinaloa, y le expresó su gratitud por la pensión de adulto mayor que recibe del gobierno federal. “Porque soy también viejo, y también la cobro porque es universal, todos la recibimos. Gracias Presidente, yo también recibo su pensión, muchas gracias”, dijo.
Hoy, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados iniciará con el debate, y en su caso aprobación, de la reforma al Poder Judicial del presidente, Andrés Manuel López Obrador. Nos cuentan que los diputados federales no consideran detener su dictaminación, pese al paro de labores. Incluso esta tarde-noche los trabajadores alistan una nueva movilización pacífica por una #JusticiaLibre en el Ángel de la Independencia. Nos adelantan que los asistentes están convocados a vestir de negro y verde y deberán llevar una veladora. Pero, nos aseguran que no hay marcha, protesta o paro nacional indefinido, que logre dar marcha atrás a Morena y sus aliados para aprobar en septiembre la reforma que han prometido al Presidente como regalo de despedida.