Al presidente López Obrador le quedan 53 días en la Presidencia de la República. Al final de su mandato multiplica las señales del síndrome de Hubris.
¿Y qué es este síndrome? Es un subtipo del trastorno narcisista de la personalidad que desarrollan grandes políticos o demás personas poderosas.
Quienes lo padecen tienen inclinación a la grandiosidad, con aspiraciones mesiánicas, según el doctor y político británico David Owen, el hombre que identificó la también llamada “enfermedad del poder”.
* No es una novedad que El Peje despotrique contra todo aquel que se atreva a criticar a su gobierno o lo deje mal parado. Llevamos cinco años, siete meses y siete días escuchándolo. En la mañanera de ayer parecía de malas.
Les pegó a los gringos, a la prensa crítica, con especial énfasis en la revista Proceso, que le dio portada a una investigación que tituló El paraíso de los Bartlett, en la ruta del Tren Maya. El reportaje habla de sobrecompra de hectáreas de tierra en lugares donde habría desarrollos en Quintana Roo, a precios irrisorios o, de plano, gratis.
Dijo al respecto: “Hay, de parte de Proceso, una intención de desacreditar y de calumniar al licenciado Bartlett y al gobierno que yo represento. Basta con ver la portada sobre lo que estás hablando, porque da la impresión de que el Tren Maya lo hicimos para favorecer a la familia del licenciado Bartlett. “Es periodismo tendencioso, y es lamentable que el Proceso ya se convirtió en un pasquín inmundo al servicio del conservadurismo”.
La insistencia de Dalila Escobar, reportera de Proceso, lo llevó a decir que la Fiscalía va a revisar el asunto.
López Obrador también metió en aprietos a Rosa Icela Rodríguez con el tema de El Mayo y El Chapito, cuando le pidió a la secretaria de Seguridad que explicara lo de la captura o entrega de El Chapito.
En voz baja, Rosa Icela le consultó si podía explicar que… el Presidente no la dejó continuar y alzó la voz: ¡Nooo! Luego vino el apapacho a la política potosina.
Es obvio que saben algo, pero no lo revelan.
López Obrador, sin embargo, dio a conocer que Joaquín Guzmán López negoció un acuerdo con los estadunidenses en el que participó también su hermano Ovidio, encarcelado en la ciudad de Chicago, luego de ser extraditado por México, hoy bajo custodia del gobierno de EU, pero nadie sabe dónde.
Ya encarrerado, también se fue en contra de la Organización de las Naciones Unidas por manifestarse en contra de la reforma al Poder Judicial.
“Está la ONU en una profunda crisis, está nada más ahí de adorno, de florero, un aparato burocrático oneroso, ineficiente, que no ayuda a evitar el que se violen los derechos humanos, el que se evite la confrontación política entre estados, la violencia, las guerras, nada”. En estos días finales el buen humor no abunda en Palacio Nacional.
* Asistimos ayer al último Informe Legislativo del senador del Grupo Plural Emilio Álvarez Icaza, celebrado al mediodía de ayer en el patio de la vieja casona de Xicoténcatl.
Presentes estaban las senadoras Beatriz Paredes, PRI, Kenia López, PAN, el senador Gustavo Madero, Grupo Plural, el empresario Claudio X. González, villano favorito de AMLO, y Lía Limón, alcaldesa saliente de Álvaro Obregón.
Pero también Ramón Sosamontes y Miguel Alonso Raya, experredistas, María Elena Morera, de Causa en Común; José Luis Porras, consultor en comunicación, y muchísimos defensores de los derechos humanos. ¿Cuál es el balance del sexenio?, se preguntó Álvarez Icaza, al final de su informe. Miró el letrero que colgaba a sus espaldas en el templete y se autorrespondió: “Éste es mi balance del sexenio”.
¿Qué decía el letrero?: “López Obrador traidor a la patria”.
Durante su sexto informe, Álvarez Icaza dijo: “A lo largo de seis años experimentamos la falta de diálogo y debate político y la práctica de métodos que han atentado contra el sistema normativo nacional. Atestiguamos el menosprecio y la descalificación a la división de Poderes.
Todo ello –agregó– parte del rompecabezas regresivo que va en camino de revertir un modelo democrático que, siendo imperfecto, fuimos construyendo junto con numerosas personas y organizaciones de la sociedad civil, desde hace ya varias décadas.
Luego de señalar que durante todo el ejercicio legislativo impulsó la participación ciudadana, enumeró las tareas a las que contribuyó en la legislatura que termina el próximo 31 de agosto, manifestó:
“Actuamos en contra de las figuras jurídicas del arraigo y la prisión preventiva oficiosa; contra la profundización de la militarización y la promoción del militarismo; combatimos la extinción de los fideicomisos, la impunidad y la corrupción, así como el arraigo y la agresión institucional hacia las víctimas”.
Antes que él, hablaron José Antonio Guevara, experto en derechos humanos; Irma Orgen, de la organización Uniendo Cristales; Rogelio Gómez Hermosillo, de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, y Lisa Sánchez, de México Unido contra la Delincuencia.