A las pocas horas del triunfo arrasador de Claudia Sheinbaum en la contienda presidencia, Mario Delgado comenzó a instalar entre periodistas amigos que su destino inexorable era ser secretario de Gobernación, plataforma conveniente para, desde allí, construir su proyecto presidencial.
Finalmente, Sheinbaum lo ubicó en la Secretaría de Educación, una cartera plagada de conflictos que no suele ser un buen atajo hacia una candidatura presidencial.
Pero Delgado no se resigna y cree que en el corto plazo tendrá una oportunidad de saltar hacia Segob. Un cálculo hecho a partir del papel de Rosa Icela Rodríguez en la crisis comunicacional que ha desatado el arresto de Ismael “Mayo” Zambada.
A la secretaria de Seguridad le ha costado maniobrar un asunto espinoso y por el cual es consultada permanentemente, casi como si el vocero Jesús Ramírez, que maneja las preguntas de la conferencia matutina, quisiera aprovechar vulnerabilidad que genera no conocer con exactitud qué hay detrás del arresto del capo.
Este martes la interacción entre Andrés Manuel López Obrador y Rosa Icela pareció, por instantes, casi un paso de comedia, en el cual la secretaria temía equivocarse en su respuesta a la prensa. Es lógico: en Palacio Nacional ha ganado peso la tesis de una supuesta extracción orquestada desde Estados Unidos. El problema es que se trata de un escenario que no se puede expresa por sus implicancias referidas a la soberanía nacional.
Delgado busca sacar partida y cree que esa imagen dubitativa de la secretaría de Seguridad le quitará credibilidad cuando deba atender en Segob a partir de octubre. El dirigente morenista, que guarda relación con todos los gobernadores de la 4T, cree que en el primer semestre del año que viene tendrá su oportunidad.