La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI) estimó que, si el próximo gobierno federal encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo ofrece certeza jurídica al sector privado de los hidrocarburos, las empresas petroleras estarían en condiciones de invertir hasta 56,000 millones de dólares. Esta proyección se desprende del documento “2030, México en crecimiento”, que identifica áreas de oportunidad en el sector energético del país.
En conferencia de prensa, Alberto de la Fuente, presidente de la AMEXHI, subrayó la importancia de garantizar un marco regulatorio que ofrezca “piso parejo” y priorice criterios técnicos para evitar conflictos de interés. Además, destacó la necesidad de reactivar las rondas de licitaciones anuales y fomentar alianzas con el sector público para aumentar la participación privada en la exploración y producción de hidrocarburos.
El estudio de la AMEXHI también propone acelerar la exploración de recursos prospectivos no asignados, los cuales representan 53% del total de recursos del país y aún no han sido adjudicados a Petróleos Mexicanos (Pemex) ni a ningún otro operador. Este enfoque podría incrementar la producción nacional de crudo en casi un millón de barriles diarios y sumar 2,400 millones de pies cúbicos de gas natural, además de generar contraprestaciones al Estado por 104,000 millones de dólares.
Respecto al reciente nombramiento de Luz Elena González Escobar como próxima titular de la Secretaría de Energía (Sener), De la Fuente expresó que el sector de hidrocarburos ve con buenos ojos esta decisión, destacando las sólidas credenciales financieras de González y su relevancia en la transición energética del país.
En el contexto internacional, los precios del petróleo cayeron este lunes debido a preocupaciones sobre la economía de China y posibles acuerdos de paz en Medio Oriente. El contrato de WTI de Estados Unidos para septiembre cerró con una baja de 3.00% a 74.35 dólares por barril, mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en octubre perdió 2.50% para situarse en 77.69 dólares por barril, según datos de Bloomberg. Los temores de una menor demanda por parte de China, el principal importador mundial de crudo, y la proximidad del fin de la temporada alta de vacaciones en Estados Unidos contribuyeron a este retroceso en los precios.
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