La incertidumbre política en Estados Unidos y el cambio de gobierno en México han provocado que los proyectos de las plantas de Questum en Nuevo León y WTech en Jalisco se encuentren en pausa, sumándose al retraso de la planta de Tesla. Ambas empresas habían anunciado significativas inversiones para la fabricación de vehículos eléctricos, pero sus proyectos han sido detenidos.
Questum, en asociación con la alemana e.GO, había planeado una inversión de 50 a 70 millones de dólares para construir una planta en 2023, con el objetivo de empezar la producción en 2024. Sin embargo, el proyecto ha sido pospuesto sin que la empresa haya detallado las razones, aunque Alberto Bustamante, director adjunto de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz, estima que podría arrancar a mediados de 2025.
Por su parte, WTech anunció en 2022 una inversión de 100 millones de dólares para una planta en Tlajomulco, Jalisco, destinada a la fabricación de vehículos eléctricos, tractocamiones de nueva generación y vehículos tácticos militares. Aunque la planta debía estar operativa en 2024, se espera que inicie operaciones en octubre de 2025.
La desaceleración en la venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos y los costos elevados de las baterías han afectado el avance de estos proyectos. En México, aunque la venta de vehículos híbridos y eléctricos creció un 80% en el primer semestre del año, los autos puramente eléctricos solo representan el 1.7% de las ventas totales.
Los cambios políticos tanto en México como en Estados Unidos, especialmente en torno a la posible reelección de Donald Trump y su impacto en el T-MEC, generan incertidumbre entre los inversionistas, lo que ha frenado proyectos relacionados con la electromovilidad.
Con información de:
El Universal