La confirmación de la mayoría calificada de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y en el Senado dará paso a la aprobación de la Reforma Judicial en la primera semana de septiembre. Así lo ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador y así será, pese a que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y el próximo coordinador de los diputados y diputadas de Morena, Ricardo Monreal, hayan salido a decir que van a darle tiempo para evitar caer en errores legislativos.
Así que el dictamen, tal cual lo enviarán los actuales legisladores, va a votarse casi tan pronto arranque los trabajos de la próxima Legislatura en la Cámara de Diputados y en el Senado, sin cambiarle una coma; irá directo al Pleno, sin pasar por las Comisiones que para entonces todavía no tendrán definidos a sus presidentes o presidentas, ni tampoco a todos sus integrantes. Todo sea por concederle ese “último regalo” al presidente López Obrador.
Una vez que se apruebe el dictamen de la Reforma Judicial en las dos cámaras regresará al Ejecutivo para después ser promulgado en el Diario Oficial de la Federación. La consumación de este acto, sin embargo, no será definitiva o inamovible, pues vendrán las leyes secundarias y los artículos transitorios, modificaciones en las que, ahora sí, la nueva Legislatura podrá intervenir, así como los grupos poder, llámese empresarios, academia, barras de abogados o representantes diplomáticos de los países con los que México tiene acuerdos comerciales, como Estados Unidos y Canadá.
El martes revelé que en una reunión privada que tuvo Marcelo Ebrard con los empresarios del Consejo Mexicano de Negocios, el futuro secretario de Economía extendió a los multimillonarios el compromiso de “moderar” la Reforma Judicial en las leyes secundarias, lo cual logró apaciguar de cierta manera el nerviosismo de los hombres y mujeres presentes.
Ebrard les dijo que el gobierno de Sheinbaum trabajaría con ellos para generar confianza y les pidió elaborar una propuesta para enriquecer las leyes secundarias, misma que él impulsaría.
Si el “Plan A” de los empresarios era que la Reforma Judicial no pasara en ninguna de sus versiones, el “Plan B” fue que se descafeinara, es decir que se eliminara la votación popular de jueces, magistrados y ministros. Ahora, su “Plan C” es contenerla mediante las leyes secundarias y artículos transitorios, para los cuales, de entrada, se van a proponer tribunales especializados que diriman controversias entre particulares y el gobierno, similares a los mecanismos que tiene el TMEC para dirimir diferencias entre países. La idea es que estén integrados por expertos que no pasen necesariamente por una elección popular.
Otra de las apuestas es que la implementación de la Reforma Judicial tarde más tiempo del estipulado en el dictamen que se aprobará en septiembre, lo cual también podría ser modificado en los reglamentos de las leyes secundarias. Y así como estos ejemplos, otros que abordarán las preocupaciones de los inversionistas y de los principales socios comerciales de México, Estados Unidos y Canadá.
A la par se elaborará y discutirá una nueva reforma constitucional relacionada con las fiscalías estatales, la cual tiene muy avanzada el expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y próximo coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia, Arturo Zaldívar. Esta otra modificación acompañará a la Reforma Judicial para que el resultado sea una reforma integral de la procuración, gestión y aplicación de la justicia en México.
La apuesta es, otra vez, generar certeza para los inconformes con la Reforma Judicial, en específico con la elección popular de altos mandos del PJF, pues la selección de los procuradores o fiscales apunta a ser aún más estricta, con mayores filtros y se evalúa también un votación popular.
El cabildeo empresarial y diplomático se está haciendo con los futuros integrantes del Gabinete de Sheimbaum y con los legisladores que están por tomar protesta. A ver cómo sale esa apuesta.
Posdata 1
Esta semana, con la confirmación de que Ricardo Monreal será el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena se comenzaron a definir posiciones. De entrada, Alfonso Ramírez Cuéllar será el vicecoordinador de la bancada, mientras que Pedro Haces Barba fue elegido por unanimidad como coordinador de Operación Política. Los tres legisladores tendrán gran influencia en la bancada morenista, una de las más grandes desde que la hegemonía priista se topó por primera vez con la alternancia de los partidos de oposición.
Se sabe de la estrecha amistad y cercanía de Ricardo Monreal con Pedro Haces, quien además de haber sido reelegido recientemente para permanecer como líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) para el periodo 2024-2030, tiene experiencia como legislador. Fue senador por Morena en la LXIV Legislatura donde ocupó las presidencias de las Comisiones de Comunicaciones y Transportes, y de Radio, Televisión y Cinematografía.
Otros nombramientos que fueron votados para la conformación de órganos de gobierno de la próxima Legislatura fueron el de Ifigenia Martínez, como presidenta de la Mesa Directiva y quien entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum; Arturo Ávila, vocero; Sergio Gutiérrez Luna, vicepresidente; Gabriela Jiménez, vicecoordinadora; y Julieta Villalpando, secretaria.
Posdata 2
A propósito de nombramientos, tras asimilar la decisión de las autoridades electorales, que terminaron por negarle un escaño en el Senado, el líder del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, inició una estrategia de reconciliación con los integrantes de su partido de la zona de Occidente.
Ayer por la tarde confirmó que el coordinador de su bancada en la Cámara Alta será Clemente Castañeda, como un gesto de buena voluntad hacia la militancia jalisciense que se lastimó tras las diferencias de opinión que Dante Delgado tuvo con Enrique Alfaro.
Para el líder del movimiento naranja resultaba fundamental tender puentes con el futuro gobernador Pablo Lemus, aunque para ello haya tenido que sacrificar el liderazgo de personajes como Luis Donaldo Colosio.
Posdata 3
Quienes quedaron huérfanos de partido y de posición política, los otrora poderosos Miguel Ángel Osorio Chong y Miguel Ángel Mancera, ya preparan las maletas para “cruzar el charco”, aunque no precisamente a España, a donde se han ido a refugiar lo mismo expresidentes de México que políticos perseguidos y empresarios que de plano prefirieron poner tierra –y mucho mar– de por medio con la 4T.
La novedad es que el exsecretario de Gobernación y el exjefe de Gobierno ya tienen todo preparado para irse a vivir a Alemania. Se dice que el pretexto para atrincherarse en aquel país europeo no es, presuntamente, la persecución de la que podrían ser objeto por sus pecados del pasado, ahora que no tendrán fuero, sino que se van a ir a “estudiar”. Vaya usted a saber qué materias y en qué idioma.