194,116 homicidios. Uno cada 15 minutos o, lo que es lo mismo, 96 diarios. Esos son los números que entrega López Obrador; el sexenio con mayor número de asesinatos en toda la historia del país. Pero mismo así, el inquilino de Palacio pregona que su política ha sido la correcta pues consiste no en detener a los capos de la droga, sino en atender las causas que llevan a los jóvenes a delinquir… Salvo que no las atendió y sí, por el contrario, terminó actuando de facto como aliado de los narcotraficantes. Y luego se enoja porque le dicen ‘narcopresidente’…
Quiero decir algo muy, muy claramente: el mayor problema con los ‘abrazos’ y con el trazar complicidades con todos los gobernados sin distinción es que esto termina por dejar ‘al pueblo bueno’ en la indefensión.
Ahora bien, para quienes no puedan creer o no quieran creer que aquí lo que tenemos es un narcoestado, no queda entonces más que concluir que el gobierno es infinitamente incapaz de atajar el crimen y sumamente ineficiente para disminuir la violencia. Por cierto, no reconocer asesinatos, reclasificar feminicidios y ocultar cifras de desaparecidos, no cambia la desastrosa realidad.
Precisamente por eso el arresto por parte de los norteamericanos de “el Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán López es tan, pero tan significativo: hace evidente lo antes expuesto. Esto es, que con el gobierno de Andrés Manuel hay de dos sopas y solo de dos sopas. O es incompetente a grado sumo o está tan coludido con los narcotraficantes que las autoridades mexicanas se ven forzadas a dejarle claro a los criminales que ellas no tuvieron nada que ver con su captura (no vaya a ser que los maleantes se sientan traicionados por AMLO y su gente, que la agarren contra ellos y sus retoños). Explica muy bien, asimismo, la desconfianza del gobierno de Estados Unidos con su contraparte mexicana. No confían en esta porque (1) los saben anulados o, bien, (2) porque los saben coludidos con los criminales. ¡Terrible!
Y en ese sentido, ¿el que el gobierno de México diga ignorar el cómo se llegó al arresto de Zambada y “el Chapito” es verdad o es simulación? ¿La ignorancia de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, es real o es actuada? Lo pregunto muy en serio, pues me parece increíble que, días después de que ella dio al público información equivocada sobre el avión, el vuelo, el trayecto y el piloto que trasladó a los capos desde México a su arresto en Estados Unidos (gracias, Peniley Ramírez), la funcionaria publica un mensaje en X que dice así: “antes de compartir información, verifica las fuentes”… Al igual que yo, ¿no encuentran esto sumamente irónico y al mismo tiempo perturbador?
Quiero pensar que detrás del desempeño y el trabajo de Rosa Icela y su equipo hay lo primero, no lo segundo. En otras palabras, que la funcionaria es incapaz de verificar sus datos y sus fuentes; que ella y la ‘inteligencia de investigación’ en nuestro país están perdidas. Que las reuniones del gabinete de seguridad son una pérdida de tiempo, pero no una cortina de humo ni una distracción que busque ocultar complicidad de la 4t con el crimen organizado.
Me quedo con que transmitir una sesión del mentado Consejo de Seguridad, la cual se lleva a cabo todos los días a las seis de la mañana, es una muestra más de tremenda ineptitud. Que ver a López Obrador dormitando en la misma lo es también. Que Jesús Ramírez buscaba ayudar a su jefe, a la secretaria, a la Cuarta Transformación con ese video difundido, en lugar de mostrar que el gobierno ni siquiera una reunión de seguridad sabe hacer.
Una acotación: sea A o sea B, Sheinbaum aún está a tiempo de (1) o permitir que Rodríguez se anule al ser expuesta como alguien incapaz o (2) de plano rectificar su nombramiento y seleccionar a alguien acreditado para Gobernación. Pareciera que mismo López Obrador permite que todo el descrédito caiga sobre la hoy secretaria de Seguridad Pública, dándole espacio y motivos a Sheinbaum para reconsiderar esa designación. Mención especial merece la mañanera de ayer cuando Rosa Icela buscó la aprobación de López Obrador. Y ella, del presidente, solo ha recibido un jalón de orejas y una nula defensa de quien siempre ampara a sus subordinados, ¡incluso de los más corruptos e inútiles! ¡Vaya humillación a Rosa Icela!
¿Real o distracción? ¿Mantenerla como secretaria de Gobernación para agradar a López Obrador o tener un verdadero titular de la dependencia?
En ese mismo sentido, también García Harfuch (próximo secretario de Seguridad) deberá valorar la situación en la que Rosa Icela Ramírez deja la dependencia. Rosa Icela no tiene futuro en Gobernación. ¿Lo tendrá García Harfuch en Seguridad?
Le da sustento a lo que antes afirmé el que ni la Marina ni el Ejército han externado información. Nuevamente, para quienes siempre salen a informar, su silencio ahora grita (1) desconocimiento relativo a lo que en verdad ocurrió con el arresto de los narcotraficantes o (2) la intención de aparentar eso.
Detrás del gabinete de Seguridad hay ¿incompetencia o delincuencia? Sea una o la otra, el resultado es preocupante.
Giro de la Perinola
– El rol de la cancillería en materia de seguridad pública, de la mano de Alicia Bárcena (próxima secretaria de Medio Ambiente con Claudia Sheinbaum), también es muy lamentable. Pide que los mexicanos no viajemos al Medio Oriente porque el gobierno de la 4t no podría protegernos allá. ¿Cómo así? De todas formas, resulta ser que la Cuarta Transformación tampoco nos puede proteger en ningún lugar de territorio mexicano…
– Inseguro, frustrado, pequeño. Arturo Zaldívar dijo: “sin mí, no hubiera sido ministra Norma Piña”. Vaya curiosa manera de quedar mal con la actual SCJN, pero también con AMLO, con la futura presidenta, con el pueblo bueno, pobre y jodido, con los ricos, con el equipo del que va a formar parte… Ojalá Felipe Calderón nos preste su activismo por un momento y le diga (le mande decir) al ministro en retiro lo siguiente: “sin mí tú no hubieras sido ministro”.