Espectáculo bochornoso el de los representantes de los “medios alternos” que acudieron al primer Encuentro Continental de Comunicadores Independientes, celebrado ayer en Palacio Nacional. Un bola de arrastrados que colmaron al Presidente de elogios, sin olvidar la consigna reina de la 4T: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
López Obrador sonreía. Se veía feliz. La autollamada “prensa independiente” estaba a sus pies, sin críticas, sin cuestionamientos, con aplausos y hasta gritos de “te queremos, Presidente”. Parecía el día del periodista lambiscón.
López Obrador pronunció un discurso salpicado de demagogia ante ese auditorio entregado que lo aclamaba sin el menor rubor.
“No queremos un periodismo sometido, vendido. Nosotros queremos un periodismo libre, independiente, porque eso es lo que ayuda para hacer realidad una auténtica democracia. No puede haber un pensamiento único. Se tiene que garantizar el derecho a disentir. Eso es por lo que hemos luchado”.
¿Derecho a disentir?, pregúntenle a Carlos Loret de Mola, a Ciro Gomez Leyva, a Joaquín López-Dóriga, a Raymundo Riva Palacio, a Anabel Hernandez, a la mismísima Carmen Aristegui, sin mencionar a Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Denise Dresser y muchos otros articulistas que han sido denostados, descalificados en la mañanera.
* Las palabras de López Obrador nada tienen que ver con la realidad de su mandato. El “periodismo libre”, para él, es el que apapacha, alaba, magnifica su obra y despotrica contra la oposición. Los que lo cuestionan son “chayoteros” al servicio de fifís que quieren volver al pasado para recuperar sus privilegios .
La que vimos en este encuentro de “comunicadores independientes” devolvieron a mi memoria palabras que el polaco Ryszard Kapuscinski dejó plasmadas en su libro Los cínicos no sirven pra este oficio: “Nuestra profesión no puede ser ejercida correctamente por nadie que sea un cínico… una actitud incompatible con la profesión de periodista” (Editorial Anagrama, página 53).
* Culiacán está que arde. Las imágenes son contundentes. Narcobloqueos, vehículos incendiados, balaceras, cierre de comercios, miedo. El reino del narco, pero el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, asegura que la entidad está tranquila: “Fue un incidente, no tiene más consecuencias”, declaró.
—¿A qué se debieron los bloqueos?, le preguntaron reporteros de la fuente de Presidencia.
—Una patrulla del Ejército se encontró con una camioneta de gente armada. Ese incidente llevó a lo otro, pero ya no hay nada, respondió.
Rocha formó parte del grupo de gobernadores que acudieron ayer con el Presidente para revisar el avance del programa de Federalización de la Salud, a través del IMSS-Bienestar, reunión a la que acudió la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
A Palacio Nacional llegaron también los gobernadores Miguel Ángel Navarro, Nayarit; Delfina Gómez, Estado de México; David Monreal, Zacatecas; Salomón Jara, Oaxaca; Américo Villarreal, Tamaulipas; Mara Lezama, Quintana Roo; Marina del Pilar Ávila, Baja California; Alfredo Ramírez Bedolla, Michoacán, y Rutilio Escandón, Chiapas.
Estuvieron también Luisa María Alcalde, titular de la Segob; Jorge Alcocer, secretario de Salud, y el que será su sucesor, David Kershenobich; Zoé Robledo, IMSS, y Alejandro Calderón, del IMSS-Bienestar.
* Del tema de las reformas que contiene el plan C (plan capricho) de López Obrador hablamos con el diputado federal del PAN, Jorge Romero, quien se perfila para ser el próximo jefe nacional de ese partido. Nos dijo:
“Para mí no hay nada más preocupante que ver reformas que, básicamente están enfocadas a destruir. No sólo es hablar de la reforma al Poder Judicial. Como que no han podido detectar lo que significa que estén a punto de destruir al Inai, un organismo que permite que la gente sepa que se hace con el dinero de sus impuestos, aunque la 4T considere que no sirve para nada.
“Es delicadísimo. Están construyendo, poco a poco, un régimen donde no haya contrapesos. Vamos a dar el debate y confiamos que en el Senado, así sea por un voto, se defienda nuestra posición”.
Para evitar que esa reforma pase cuenta con la permanencia del “bloque de contención” —PAN, PRI y MC— a nivel parlamentario. Al oficialismo le falta un senador para la mayoría calificada (dos tercios de los legisladores) en ambas cámaras.
“El PAN está listo y resuelto para eso”, dice, pero aclara: “Otra cosa es una plataforma en común, pensar en candidaturas a posteriori…”.