Por contrato, antes del 1 de septiembre deberá estar listo el retrato del mandatario Andrés Manuel López Obrador que se quedará en la galería de los presidentes, en Palacio Nacional, y que fue comisionado al joven artista yucateco Jorge Emilio Espinosa Torre. Lo que llama la atención son las especificaciones establecidas para el pintor: Debe aparecer como figura protagonista López Obrador en uno de los balcones de Palacio, con un bastón de mando en la mano, la Plaza de la Constitución de fondo y una multitud “sin definición de identidades”. El contrato ordena que se enfatice la importancia del bastón de mando de las comunidades indígenas. Ya veremos cómo materializa el artista las instrucciones para el retrato que más bien suena a guía para el autorretrato que se imagina el Presidente saliente, el cual se elaborará en un lienzo importado de Bélgica y un bastidor de madera de cedro. ¿Se parecerá más al AMLO de 2024 que al de 2018?
Nos cuentan que los legisladores oficialistas tienen muy clara la ruta para que antes de que concluya el mandato del presidente López Obrador, el último día de septiembre se le entregue, según la propia expresión de los próximos integrantes de la nueva legislatura, “la cabeza de la presidenta de la Corte”, Norma Piña, vía la aprobación de la Reforma Judicial. Más allá del obvio sentido figurado que usan los líderes de Morena en el Senado, refleja el ánimo con el que llegarán a ejercer la supermayoría. De hecho, nos detallan, los senadores oficialistas afirman que será “un reconocimiento” al tabasqueño para que sea él quien promulgue dicha reforma y ya después entregue la banda presidencial a su sucesora.
Nos comentan que dentro de Movimiento Ciudadano se gesta un acuerdo para que Jorge Álvarez Máynez quede a cargo de la Coordinación Nacional del partido, esto, nos dicen, como un regalo por los resultados que le dio a Dante Delgado tras su participación en las elecciones. Nos cuentan que todo está preparado para que durante la Convención Nacional Demócratica de MC, que se realizará en diciembre, la mayoría alce la mano en favor de que Álvarez Máynez sea el nuevo dirigente y por ello anda de gira por el país para ganar simpatías de las bases naranjas de México. ¿Habrán consultado ya al Grupo Jalisco?
Al Partido de la Revolución Democrática se le agotan las opciones para buscar mantener su registro a nacional. Al menos en la elección presidencial, los votos quedaron igual que en los cómputos distritales, por lo que no pudieron ganar ni un sufragio más para elevar su porcentaje de votación. Sus únicas opciones son las posibles anulaciones de casillas en la elección de diputados federales y senadores, pero nos hacen ver que si se tienen en cuenta los criterios del Tribunal Electoral, se vislumbra prácticamente imposible que puedan sumar suficientes votos con sus impugnaciones. La realidad, nos aseguran, es que al que fue el partido referente de la izquierda mexicana por más de dos décadas, ya lo cafetearon y sólo falta expedir el certificado de defunción.