Se corren las apuestas. ¿Cuánto tiempo le dan a Rocha Moya?, ¿cuántos días antes de que Ismael Zambada entregue evidencia que obligue al gobernador de Sinaloa a dimitir, huir, entregarse? ¿Seis semanas?, ¿hasta pasadas las elecciones de noviembre en los Estados Unidos?
La coartada de su viaje a Los Angeles, California con su hijo solo sembró más dudas en su contra. ¿Unas vacaciones de un día a bordo de un avión de Jesús Vizcarra, compadre del narcotraficante? (dos días antes de este viaje, el ejecutivo local dio una rueda de prensa; el día anterior inauguró una carretera). Y luego… un montaje que coordinó la fiscalía del estado para encubrir un asesinato — el de Héctor Melesio Cuén— que no pasó ni la más básica prueba del ácido (tanto así que la titular Sara Quiñonez tuvo que presentar su renuncia; ahora falta sea juzgada…).
Más allá de que esta dimisión la pidiera el gobernador y que ella termine encarcelada, eso no detendrá la sangría. Ella caerá y luego lo hará el mismo Rocha Moya. Los diques de contención irán cediendo; así es este… juego. El compás lo marcará el gobierno estadounidense con base en los testimonios de los delincuentes que allá están siendo procesados, El Mayo entre ellos.
¿Sheinbaum, recién inaugurada presidenta en octubre lo podrá evitar? La respuesta es NO. Claudia deberá echar mano de su propia versión de ‘la sana distancia’. Y es que las presiones sobre su administración (economía, seguridad, reforma judicial, salud) tendrán preeminencia. Lógicamente, la mandataria tendrá que elegir entre mantener a flote su gobierno o hacerla de presidenta de Morena. Ella no es AMLO, así que será la estabilidad del gobierno federal o la de Morena y sus gobernadores.
Y en ese sentido, en consonancia con el fin del sexenio de López Obrador, en Regeneración Nacional, más que un segundo piso, atestiguaremos un “sálvense quien pueda”. Los entresijos y acuerdos entre narcos y gobierno quedarán expuestos.
Las declaraciones de El Mayo apuntan a que continuará brindando testimonio y evidencias a sus dichos. Por supuesto que este y otros detenidos pueden señalar a políticos de antes, pero quienes más estarán en la mira de las autoridades estadounidense son los que hoy detentan el poder y son socios copartícipes del crimen organizado. ¿Será Rocha Moya el primero de los gobernadores y ex gobernadores, hoy alineados al oficialismo, en caer? Probablemente, pero no será el único.
No se ha dimensionado el mecanismo de acción del gobierno norteamericano por lo que a testimonios de narcotraficantes se refiere. Más que celebrar, cada uno de los gobernadores de y afines a Morena —Chiapas, Michoacán, Puebla, Tabasco, Veracruz—debiera contemplar la posibilidad de ir quedando en el desamparo.
Giro de la Perinola
En las pasadas 24 horas han sido asesinadas siete personas en Sinaloa. Una de ellas, Martín García Corrales, El Tano. Narcotraficante ligado a El Mayo Zambada. Cada vez se cierra más y más el círculo; cada vez llega más alto y más cerca.