El expresidente estadounidense Donald Trump afirmó este jueves que “es necesario curar la división de la sociedad” y tras aceptar su nominación como candidato republicano a la Casa Blanca, aseguró que será el mandatario de todos los estadounidenses, y no sólo de los de su partido.
Durante su discurso de esta noche, Trump reiteró sus críticas al gobierno de Joe Biden y su manejo de la economía, así como de la migración.
“Terminaré con la crisis de migración ilegal cerrando nuestra frontera y poniendo fin a la guerra, que en su mayor parte ya he rescatado”, dijo ante una gran cantidad de simpatizantes.
Fue su primera intervención pública desde haber sido víctima de un intento de asesinato el sábado durante un mitin en Butler, Pennsylvania y sus palabras coronaron la Convención Nacional Republicana, que el lunes había confirmado su nominación electoral y la de su “número dos”, el senador por Ohio, J.D. Vance.
Trump afirmó este jueves que si no hubiera girado la cabeza cuando le dispararon el pasado sábado en un mitin en Penssylvania estaría muerto.
“Si no hubiera movido la cabeza en ese último incidente, la bala del asesino habría entrado perfectamente y yo no estaría aquí esta noche, no estaríamos juntos”, apuntó el ya candidato a la presidencia estadounidense, en un emotivo relato sobre lo sucedido y afirmó que no contará más por que es “muy doloroso” para él.
Trump se presentó ante los simpatizantes republicanos precedido de aplausos y dijo llegar con un “mensaje de confianza, fuerza y esperanza”.
“Me presento a presidente para todo Estados Unidos, no para la mitad, porque no hay victoria ganando sólo la mitad”, afirmó.
En poco más de cuatro meses, tras las elecciones del 5 de noviembre, los republicanos lograrán “una victoria increíble y comenzarán los cuatro años más grandes de la historia del país“, apuntó al inicio de su intervención.
Empezará, en su opinión, una nueva etapa “de seguridad, prosperidad y libertad para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos. (…) Como estadounidenses estamos unidos por un destino único y compartido”, apuntó.
El tono de su discurso fue más pausado, suave y contenido de lo habitual, como también el silencio de quienes le escuchaban el relato de su atentado del sábado.