En enero pasado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas condenó la falta de atención de los gobiernos estatal y federal para resolver la crisis de desplazados que se vive en Chiapas y que suma más de dos mil 300 personas que huyeron de sus comunidades a consecuencia de la narco guerra entre grupos rivales y que esta semana obligó a más de 500 habitantes a buscar refugio en Guatemala.
Elsa Hernández, gobernadora del Departamento de Huehuetenango, y Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, confirmaron este miércoles que cerca de 600 ciudadanos mexicanos cruzaron la frontera de Chiapas en busca de refugio.
Los primeros reportes dan cuenta de alrededor de 580 personas, entre niñas, niños, ancianos, mujeres y hombres que “están escapando de la confrontación entre grupos criminales que tienen lugar del lado de México”, indicó el presidente de Guatemala en una conferencia de prensa.
Bernardo Arévalo recalcó que los primeros desplazados por la violencia comenzaron a llegar durante la tarde del martes a la región de Cuilco, en el departamento de Huehuetenango, colindante con las comunidades chiapanecas de Motozintla de Mendoza, Nueva Providencia y Frontera Comalapa.
De acuerdo con las autoridades de Guatemala, se instalaron albergues y se giró la orden de dar atención a los refugiados que decidieron escapar de la zona en conflicto entre el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Chiapas y Guatemala (CCG).
La crisis de desplazados en la sierra de Chiapas se incrementó este año con el incremento de la violencia entre los grupos criminales que se disputan el control de municipios como La Concordia, Chicomuselo, Nueva Palestina y Frontera Comalapa, y que sólo el pasado 29 de junio dejó como saldo a 19 personas sin vida.
Se trató de la mayor masacre registrada en el año y contó entre las víctimas a siete ciudadanos de Guatemala. De manera extraoficial se reportó que se trató de un enfrentamiento entre presuntos sicarios del Cártel de Sinaloa y del CCG.
A las víctimas de la narco guerra por Chiapas se deben sumar los delitos cometidos contra las comunidades: extorsiones, reclutamiento forzado, secuestros, desapariciones y homicidios a quienes se niegan a trabajar en sus filas como halcones o para bloquear caminos con la finalidad de impedir el acceso de otros grupos criminales y de las propias autoridades.
Otra amenaza que enfrentan los habitantes de Chiapas es la relacionada con las llamadas “autodefensas”; grupos como Machete y Los Herreras que se señalan mutuamente por los ataques a poblaciones de Chenalhó y Pantelhó, y que en la última semana tenían retenidos a más de 100 indígenas en la comunidad de Tzanembolom.
Todas estas condiciones motivaron a miles de chiapanecos a abandonar sus hogares y, cerca de 600 en los últimos días, buscar refugio en Guatemala, un país que históricamente envía migrantes a suelo mexicano y que ahora decidió reforzar su frontera.
De acuerdo con el presidente Arévalo, ordenó el despliegue de militares y de defensores de derechos humanos a la aldea Ampliación Nueva Reforma de Cuilco para garantizar el ingreso ordenado de los mexicanos en busca de refugio y para impedir que la violencia registrada en la zona serrana de Chiapas se traslade hasta el lado de Guatemala.