La semana pasada Claudia Sheinbaum hizo uno de los anuncios más relevantes para su gobierno, el cual pasó un tanto desapercibido. La próxima presidenta de México dijo que su equipo ya trabaja en una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal con la cual podrá, entre otras cosas, crear “supersecretarías”, de manera que sus secretarios y secretarias de Estado tengan un mayor control de sus áreas y por lo tanto ella como jefa del Ejecutivo.
Sheinbaum dijo que dicha reforma se propondrá al Congreso de la Unión en los primeros meses de la nueva Legislatura y muy probablemente será la segunda en aprobarse en la Cámara de Diputados y el Senado, después de la reforma al Poder Judicial de la Federación que pasará fast track en septiembre próximo.
A la virtual presidenta le urge su aprobación para que en enero del próximo año se cuente con un nuevo aparato administrativo a nivel federal, con todo y sus normatividades, y que sea tomado en cuenta para el nuevo presupuesto federal que comenzará a negociarse en septiembre. Una de las características más relevantes de esta reforma es que se busca que Pemex y CFE, las paraestatales que hoy funcionan como empresas productivas del Estado, se integren a la Secretaría de Energía, que encabezará Luz Elena González, una de las más cercanas a Sheinbaum, quien tendrá mucho poder en el siguiente sexenio.
Tal integración será un gran reto a la luz de los enormes problemas financieros y operativos que arrastran ambas empresas, las cuales requieren un reestructura profunda. Y si bien es cierto que desde la Secretaría de Hacienda se delineará la reingeniería financiera de Pemex, operativamente el control estaría en manos de Luz Elena González. En los próximos días podría ser nombrado Víctor Rodríguez Padilla al frente de la petrolera mexicana y Jorge Islas como nuevo director de la Comisión Federal de Electricidad; ambos son académicos de la UNAM y son asesores de Sheinbaum en temas de energía.
Con la reforma a Ley Orgánica de la Administración Pública Federal también se crearían otras “supersecretarías” como la de Ciencia, Humanidades, Tecnologías e Innovación que estará al mando de Rosaura Ruiz y absorberá al Conahcyt. La idea es que la también académica de la UNAM tome varias facultades de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP, toda vez que se hará cargo del proyecto de las universidades nacionales Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud.
Otra Secretaría que sufrirá varios cambios es la de Seguridad Ciudadana, actualmente encabezada por Rosa Icela Rodríguez –futura secretaria de Gobernación– y que a partir del primero de octubre tendrá a su cargo Omar García Harfuch. La intención es dotarla de toda una área de investigación e inteligencia, muy probablemente absorbiendo las tareas del Centro Nacional de Inteligencia y la Unidad de Inteligencia Financiera. Para ello también son necesarios los cambios en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
La iniciativa de Sheinbaum va de la mano de la que envió Andrés Manuel López Obrador para integrar a buena parte de los organismos autónomos a una Secretaría de Estado; por ejemplo, los reguladores del sector energético a la Sener, el del sector telecomunicaciones a la SICT, el Inai a la Función Pública y la Comisión Federal de Competencia Económica a la SE. No obstante, la reforma que pretende la próxima presidenta tiene prioridad y con esta podrían hacerse también los cambios que pretende el presidente.
Dato importante son los redactores de la iniciativa de Sheinbaum: su consejera Jurídica, Ernestina Godoy, la futura secretaria de la Función Pública, Raquel Buenrostro (que a su vez tendrá una “supersecretaría” con el manejo de la Oficialía Mayor del gobierno, la coordinación de los titulares de las Unidades de Administración y Finanzas y la supervisión de toda la administración pública federal) y su próximo secretario particular Carlos Augusto Morales, muy cercano a Sheinbaum, pero también a Rosa Icela Rodríguez.
Posdata 1
Mucho se ha especulado sobre el lugar donde vivirá Claudia Sheinbaum a partir del 1 de octubre. Si bien ella quería quedarse en su residencia actual: un departamento al sur de la capital, la investidura presidencial se lo impide, por lo que todo apunta a que seguirá los pasos de Andrés Manuel López Obrador y residirá en Palacio Nacional. Uno de los factores decisivos tiene que ver con su esposo, Jesús María Tarriba, quien trabaja en el Banco de México, es decir a unos pasos de donde despachará la futura mandataria.
Posdata 2
El activismo en materia de vivienda del actual jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Bátres, tiene un superobjetivo: presionar a Claudia Sheinbaum para que lo considere o lo designe como el nuevo director general del Infonavit, en sustitución de Carlos Martínez.
Dicho organismo es codiciado por muchos, pues involucrará uno de los proyectos económicos más ambiciosos del próximo sexenio: la construcción de un millón de viviendas en el país, con todos los recursos –decenas de miles de millones de pesos– que ello significa.
Entre los que más suenan son Nestor Núñez, César Yáñez, Mario Macías Robles y ahora se autoincluyó Martí Bátres, quien alista un paquete de iniciativas de reforma a la ley para regular la renta de viviendas en la Ciudad de México, cuyos costos se han incrementado exponencialmente en los últimos años. También se habla de que Sheinbaum podría optar por una mujer para encabezar, por primera vez, dicho instituto, o bien que se mantenga Carlos Martínez.
Ya veremos a quién le otorga Sheinbaum el “premio mayor”… o la “rifa del tigre”.
Posdata 3
Otro sector de gran relevancia para el siguiente sexenio será la banca de desarrollo, la cual ahora mismo se “pelean” Rogelio Ramírez de la O y Marcelo Ebrard, futuros secretarios de Hacienda y Economía, respectivamente. Ambos quieren darle nuevos bríos a Nafin y Bancomext… o lo que queda de estos.
La virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, tiene previsto realizar cambios para este sector y enfocar los financiamientos a las micro y pequeñas empresas, así como a impulsar las cadenas productivas nacionales. Su equipo ya trabaja en el plan para renovar a este sector, de manera que incluso pueda competir con la banca comercial.
Ya veremos qué tal sale el experimento.