Como era de esperarse, ayer el dirigente nacional del PRI, que impuso la reelección como la nueva esencia de su partido, dejando atrás lo último que le quedaba de la ideología revolucionaria que le dio origen, amenazó con una “purga” de militantes de su partido que se opusieron a su reforma estatutaria, y habló de “peticiones de expulsión” que existen en contra de varios de ellos en los estados de la República que podrían ser retomadas por el Consejo Político Nacional.
En conferencia de prensa, desde su sede nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, se lanzó contra Manlio Fabio Beltrones, a quien ahora sí mencionó por su nombre para decir que aparece en las investigaciones del Caso Colosio; contra Dulce María Sauri, a quien le recordó que perdió la Presidencia de la República, en el 2000, y tuvo que ver con el Pemexgate y el desvío de mil 500 millones de pesos a la campaña de Labastida Ochoa, y hasta contra Aurelio Nuño, el exsecretario de Educación a quien calificó de “cínico” y sin militancia priista.
“Hay muchas propuestas y solicitudes de los estados de la República para que se presente ante la Comisión de Justicia Partidaria la expulsión de todas y cada uno de ellos, porque causales de expulsión también son atentar contra la unidad del partido, calumniar en el partido, mentir públicamente con el partido”, dijo el dirigente nacional priista ante aplausos de sus seguidores. “No nos van a asustar, ni nos van a echar para atrás. Yo soy un gladiador, yo estoy echado adelante siempre, y a mí no me van a asustar ni nos van a doblar”, amenazó Alito, quien se dijo “atacado y difamado” por sus correligionarios.
Ayer mismo, en el noticiero “A la Una” con este columnista que transmitimos por “Heraldo Radio”, el senador electo, Manlio Fabio Beltrones le respondió a Alito Moreno, a quien retó a que presente tanto su denuncia ante la fiscalía por sus acusaciones sobre el Caso Colosio, mismas que “tienen más de 30 años y las han desechado varias fiscalías”, como también las solicitudes de expulsión en contra de sus disidentes que no están de acuerdo con la forma en que convocó y realizó una Asamblea Nacional al vapor para introducir la reelección como principio de un partido de esencia antirreeleccionista, como es el PRI.
“Nosotros no vamos a caer en ese tono tan vulgar, ni vamos a responder a las balandronadas que está teniendo el dirigente”, dijo Beltrones. “Que publique su reforma e iremos a las instancias necesarias, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a combatirlas por haberlas hecho sin escuchar a la militancia y sólo con su grupo político. Y que presente sus solicitudes de expulsión e iremos también a decirle a los magistrados que en nuestro partido se violenta el derecho a disentir y a cuestionar lo que propone nuestra dirigencia”, pidió el exlider nacional priista.
La virulencia de Alito y sus amagos de expulsar a quienes cuestionan su asalto a los estatutos es algo que llama la atención de los priistas que no están de acuerdo con esta reforma. Hay incluso quienes piensan dentro del priismo que todo este discurso estridente y pendenciero, con el que intenta fracturar todavía más al PRI y echar de sus filas a los que no son parte de su grupo político, tiene que ver con algún tipo de acuerdo o arreglo que tiene Moreno Cárdenas con Palacio Nacional y con la 4T, que lo estarían respaldando para que continúe al frente del PRI durante el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum.
“Sólo alguien que tiene un respaldo como el del presidente y de la futura mandataria, estaría actuando de manera tan temeraria y violenta como lo está haciendo Alito Moreno contra los pocos liderazgos priistas que nos quedan. Pareciera que quiere sacudirse a todos los liderazgos ajenos en el viejo partido para que sólo su corriente y su grupo cercano maneje y decida todo en el PRI”, nos dijo ayer un exgobernador priista.
No es la primera vez que a Alito se le señala por ser un dirigente afin a López Obrador y con acuerdos y compromisos con su gobierno. Recién llegado al cargo los mismos priistas lo bautizaron como “Amlito”, por el apoyo subrepticio pero real que tuvo desde Palacio Nacional para poder llegar a la dirigencia nacional del PRI; así que no sería extraño que, buscando repetir esos acuerdos con la 4T, estuviera ofreciendo el control absoluto del priismo y sus bancadas para la próxima Presidencia que encabezará la doctora Sheinbaum Pardo.
Así que el pleito interno que está azuzando y creciendo el propio dirigente nacional del PRI, con sus ataques y descalificaciones a quienes ejercieron su derecho de disentir y cuestionaron la reelección en los estatutos priistas, parece no tener punto de retorno. Y aunque los disidentes digan que no caerán en las provocaciones de Alito, al final éste ya demostró que tiene todo el control de los órganos internos de su partido, y es muy probable que la ruptura que viene en el partido tricolor termine con impugnaciones y denuncias ante el Tribunal Electoral.
NOTAS INDISCRETAS… La reforma al Poder Judicial que avanza inexorablemente para ser aprobada en septiembre próximo, con todo y los foros de consulta, fue ayer tema dentro y fuera de México. Aquí la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, lanzó sus cuestionamientos más fuertes y directos en contra de la iniciativa del presidente López Obrador que pretende que abogados jóvenes y sin experiencia lleguen a ser jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación. “Ya no llegará la persona más capacitada al puesto. No llegará la persona que pasó años estudiando, preparándose para opositar, sino la más popular, la que supo relacionarse bien con los ‘grupos de poder’ que, irónicamente, es uno de los argumentos de esta reforma. Es decir, se provocará lo que intenta erradicar”, dijo la ministra presidenta ayer en el discurso que dio desde el Centro Cultural Tlatelolco, en ocasión de la última sesión del Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia que llevó a cabo la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En sentido totalmente contrario a lo dicho por Piña y por las asociaciones de abogados y juzgadores, el presidente López Obrador ayer insistió en que no se debe pedir experiencia mínima (de 10 o 5 años) a quienes se postulen para ser jueces y magistrados. “Se nos fue en la iniciativa que deben de tener 5 años de experiencia los que puedan participar como jueces, magistrados y eso. Yo he estado en contra de eso y, sin embargo, se nos pasó, porque soy más partidario de que una mujer o un hombre que se titula como abogado sale con mucho entusiasmo de hacer valer la ley”, dijo ayer el mandatario, quien aseguró que la mayoría de los egresados de derecho salen “con frescura e ideales” para hacer valer la ley. Y, aunque ya no sorprende a nadie, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, salió a respaldar la posición del presidente diciendo que ella también está “a favor de la frescura de los jóvenes” para llegar al Poder Judicial “porque si piden que tengan experiencia, pues van a quedar los mismos de ahora y no se trata de eso”. Mientras tanto, la reforma Judicial que se pretende hacer en México también fue tema para los 23 expresidentes de España y América Latina que integran la iniciativa IDEA, que agrupa a exmandatarios, la mayoría de derecha, que gobernaron en países como España, Argentina, Ecuador, México, Paraguay, Costa Rica, El Salvador, Bolivia, Panamá, Colombia, entre otros. En una carta dirigida a la comunidad internacional, los expresidentes (entre los que se encuentran los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón), expusieron su cuestionamiento y rechazo a cualquier reforma que atente contra la libertad y autonomía de los juzgadores, porque “representa un retroceso para la democracia” y expresaron su preocupación por la iniciativa planteada por Morena y López Obrador para que se elija a jueces, magistrados y ministros en México por la vía del voto electoral. Advirtieron que “México está siguiendo en sus propósitos los mismos experimentados bajo dictaduras electivas emergentes de América Latina, a saber, la coptación de la Administración de la Justicia para disponerla al servicio de objetivos ideológicos, usarla para la aplicación de un derecho penal del enemigo y asegurar la reelección indefinida de los gobernantes”. En su manifiesto firmado por los expresidentes de España, José María Aznar y Mariano Rajoy; además de Óscar Arias, de Costa Rica; Mauricio Macri, de Argentina, e Ivan Duque, de Colombia, advierten que con la propuesta de Morena de realizar elecciones para los jueces, ministros y magistrados, haciéndolos depender de influencias políticas y comprometiendo su imparcialidad, prosperaría en el Congreso mexicano una reforma que afectaría los derechos humanos y libertades fundamentales, por el desmantelamiento y debilitamiento del Poder Judicial. Veremos mañana qué responden desde la mañanera a los expresidentes, sobre todo a los dos mexicanos que firman la carta de la IDEA… Los dados mandan Escalera Doble. Mejora el tiro y se equilibra la semana.