México es la burla de Trump; me temo tiene razones para hacerlo.
En una semana van dos momentos en que se mofa de quienes nos gobiernan y de la situación que vivimos como país. La primera tuvo que ver con Marcelo Ebrard y la incapacidad de este servidor público de defender nuestros intereses ante el gobierno norteamericano. La segunda, un pronunciamiento lastimoso por lo verdadero: hace un par de días espetó en el sentido de que nuestra nación está tomada por el crimen, al grado que este puede —en un par de minutos— poner o quitar a un presidente…
Se le podría revirar al candidato presidencial republicano diciéndole que en Estados Unidos, sin estar tomado por el crimen, también se puede aniquilar en un abrir y cerrar de ojos a un aspirante a la máxima investidura política, como él comprenderá… La diferencia es que allá se trató de un loco quien casi le vuela los sesos (y que afortunadamente falló) y acá en México del narco y tuvo éxito…
Pero hablando de fallas, tenemos una coincidencia con nuestros vecinos del norte. En EU falló el servicio secreto en darle protección a Donald Trump. En México también falló de manera estrepitosa el servicio secreto, así como todo el aparato de inteligencia y seguridad pública, para mantener con vida al coordinador general de la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales del gobierno de la Ciudad de México. Esto es, una acción planeada y meticulosamente ejecutada, teniendo como víctima mortal ni más ni menos que a Milton Morales Figueroa.
Es escandaloso que en México sea el crimen organizado el que elimine a las autoridades, más cuando son las de alto rango; y todavía más tratándose de las encargadas de la seguridad pública del país.
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El experto en seguridad e inteligencia se encontraba sin escoltas: ¿abandono de los cuerpos de seguridad?, ¿cooptación?, ¿traición? No sé qué es peor.
Que el aparato de inteligencia no detectara que los asesinos siguieron los pasos de Morales durante semanas habla muy mal de las propias fuerzas de seguridad.
Golpazo a Omar García Harfuch, a Claudia Sheinbaum, a la estrategia completa y a los planes en la materia para el próximo sexenio. Mensaje a la población en general; si los criminales pueden matar a un comisario del alto mando, ¿qué nos depara al resto de los mortales?
Ante las fallas en materia de Seguridad Pública, urge revisar protocolos y estrategia en las dependencias encargadas de diseñar, desplegar y asegurar el esquema… Tremenda ironía.
Así, tanto en Estados Unidos como en México, en estos últimos días ocurrieron ataques contra dos importantísimas figuras públicas y, en ambos casos, el servicio secreto falló estrepitosamente. La diferencia estriba en que, mientras allá la encargada (directora del servicio secreto) tuvo que renunciar, luego de rendir un informe pormenorizado al Congreso de los Estados Unidos, en nuestro país casi podemos asegurar no rodarán cabezas…
Solo esperemos no se les ocurra decir que el responsable es el asesinado. Sería una nueva bofetada de desprecio hacia los policías que arriesgan su vida por tratar de brindar algo de seguridad a una población que la 4t ha entregado al crimen mientras estrangula con su austeridad presupuestal.
Sí, errores y corrupción los hay en ambos lados de la frontera; es más, en todos lados (imposible olvidar la falla en la inteligencia del gobierno de Netanyahu en Israel que llevó al secuestro y asesinato de cientos de israelíes). La gran diferencia es que en otros lados aceptan pifias y errores, mientras que en nuestro país ni castigamos a los responsables ni se cambia la estrategia ni se acepta que el país esté secuestrado por el narco.
Giros de la Perinola
– La violencia en Chiapas es absoluta, la gente deja sus casas, sus poblados y está huyendo a Guatemala. ¡A Guatemala! Sobra decir que los abrazos no funcionan…
– ¿Quién entiende a López Obrador? Habla de los ‘abrazos, no balazos’, pero insiste en endurecer la prisión preventiva oficiosa; dice que las leyes más severas y la mano dura no funcionan, pero bien que aumenta el catálogo de delitos que ameritan la prisión preventiva oficiosa… Y la usa con singular alegría. Que alguien le explique.