Seis meses después de que el líder del Grupo Escorpión del Cártel del Golfo, José Antonio García Vilano, La Kena, fuera detenido mientras se compraba trajes en El Palacio de Hierro de San Pedro Garza García, la Fuerza Especial de Reacción e Intervención de la Guardia Nacional detuvo en Playa Miramar, en Ciudad Madero, Tamaulipas, a su lugarteniente, Antonio Guadalupe Pérez Domínguez, el Escorpión 17.
Pérez Domínguez había quedado al frente de uno de los grupos más violentos que operan en el Golfo. El Grupo Escorpión cuenta con la protección y el contubernio de militares, policías estatales y autoridades incrustadas en el gobierno de Tamaulipas.
De hecho, el operativo de detención de Escorpión 17, planeado desde el centro del país por la Defensa Nacional y la Fiscalía General de la República, se llevó a cabo con absoluto hermetismo.
Ninguna autoridad local fue informada de lo que venía.
El operativo desencadenó asimismo una serie de cateos en domicilios de Matamoros, donde se ubica el bastión de esta organización delictiva, sobre los cuales tampoco se informó, sino hasta el último momento y por razones administrativas, al gobierno de Américo Villarreal.
En dichos domicilios se recogió información sobre las operaciones del grupo y se aseguraron armas, cargadores, aparatos de comunicación.
El sanguinario antecesor del Escorpión 17, La Kena, se cruzó en la mira de la DEA por un error, cuando sicarios a su mando secuestraron en 2023 a cuatro ciudadanos estadounidenses, dos de los cuales fueron asesinados.
La Kena entregó amarrados a los responsables, y ofreció “disculpas” a la sociedad, pero su destino quedó sellado desde entonces. Inició la persecución.
El Grupo Escorpión opera en alianza desde hace varios años con una de las facciones más temibles y agresivas del Cártel del Golfo: Los Ciclones. Ambos grupos enfrentan a Los Metros y los Zetas Vieja Escuela, que según reportes se han aliado con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Entre la constelación de grupos criminales que asolan el estado aparecen también Los Rojos, Los Pelones, La Tropa del Infierno (grupo armado del Cártel del Noreste), así como células enviadas desde Sinaloa y Durango por el Mayo Zambada con el fin de infiltrarse en la entidad.
Además de tener bajo su control Reynosa, Matamoros, Río Bravo, Valle Hermoso, San Fernando y Ciudad Victoria, entre otros municipios tamaulipecos, el Grupo Escorpión ha dado muestras de su presencia en Nuevo León, San Luis Potosí y Guanajuato.
En Matamoros esta organización tiene bajo renta no solo a grupos empresariales, de profesionistas y comerciantes, sino a todo el ambulantaje “y hasta al más humilde vendedor de flores”.
A fines del año pasado se vio a sicarios de este grupo derramar al pie de la carretera el contenido de 14 pipas que transportaban huachicol: reclamaban a los propietarios de estas unidades que hubieran olvidado el pago de cuotas. “Dinero tenemos, lo que queremos es el respeto”, afirmaba uno de ellos en un video que circuló ampliamente en redes sociales.
“Valentía, fuerza e inmortalidad. Respeto, lealtad, disciplina”, se lee en los escudos que portan en sus uniformes tácticos los sicarios de esta organización.
En los últimos años, el Grupo Escorpión difunde el terror desde las redes. Son frecuentes los videos de sus patrullajes, de los “monstruos” acribillados por sus sicarios, y de encapuchados con armamento de alto poder, que aparecen interrogando y ejecutando a integrantes de organizaciones rivales.
“¿Algún mensaje para sus compañeros, para sus jefes?”, les preguntó uno de estos a ocho sujetos que tenía arrodillados, semidesnudos, y con una Z pintada en el torso.
“Que no vengan a Tamaulipas”, “Que respeten y sepan con quién se meten”, contestaron dos de los detenidos, antes de ser ejecutados con disparos en la cabeza.
A los pocos días de la aparición del video que contenía este horror, se reportó al 911 la aparición de ocho cadáveres en un ejido de San Fernando. La vocería de seguridad informó, sin embargo, que en el lugar había manchas de sangre en la tierra, pero que “no se encontraron restos humanos en dicho punto ni en sus alrededores”.
“Ya tengo los minutos contados por meterme en territorio de Los Escorpiones”, le hicieron decir a un miembro de Los Metros, cuyo cadáver fue encontrado un día después.
Según el portal Elefante Blanco, la detención del Escorpión 17 es una de las más relevantes de los últimos años. De acuerdo con otros reportes, el verdadero sucesor de La Kena es René Villarreal Garza, El Gordo, -pareja sentimental de una de las hijas de Osiel Cárdenas-, a quien se conoce como Escorpión 1.
Vienen en Tamaulipas nuevos reacomodos, a fin de que el horror siga imperando.